El atacante, abatido por la policía, dejó 15 muertos y múltiples heridos en un acto que ha conmocionado a Estados Unidos. Las autoridades investigan vínculos con redes terroristas.
Nueva Orleans amaneció este miércoles en medio del horror tras un atentado que cobró la vida de 15 personas y dejó decenas de heridos en el icónico Barrio Francés. Shamsud-Din Jabbar, un veterano del Ejército de Estados Unidos de 42 años, condujo una camioneta contra una multitud que celebraba el Año Nuevo, en un ataque que las autoridades calificaron como un acto de terrorismo.
El FBI confirmó que Jabbar había expresado su afinidad con el Estado Islámico en videos difundidos horas antes del ataque, donde manifestó su intención de matar. Durante el operativo, las autoridades encontraron armas y artefactos explosivos improvisados en su vehículo, decorado con la bandera del grupo extremista. Jabbar fue abatido tras abrir fuego contra los oficiales que intentaban detenerlo.
La superintendente de policía de Nueva Orleans, Anne Kirkpatrick, describió el acto como «un mal absoluto». Según informó, el atacante logró evadir barreras policiales destinadas a prevenir atentados vehiculares, antes de impactar brutalmente contra los peatones. Las imágenes de la escena mostraban cuerpos dispersos en las calles y un caos generalizado mientras los sobrevivientes buscaban refugio en restaurantes y bares.
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El presidente Joe Biden condenó el atentado como «atroz e inaceptable», mientras dirigía un mensaje de condolencias a las víctimas y sus familias. Desde Camp David, instó a la nación a permanecer unida ante el dolor y reafirmó el compromiso del gobierno en la lucha contra el terrorismo.
Jabbar, quien sirvió en Afganistán entre 2009 y 2010, dejó el Ejército en 2020 tras una carrera en recursos humanos y tecnología. Su hermano, Abdur Jabbar, lo describió como una persona «inteligente y cariñosa», pero reconoció que había sido radicalizado en años recientes.
El FBI no descarta la participación de cómplices. Según un boletín de inteligencia, cámaras de seguridad captaron a otros individuos manipulando explosivos en la zona, aunque su identidad y vínculos con el atacante aún no han sido confirmados.
El atentado en Nueva Orleans marca el ataque más mortífero en suelo estadounidense inspirado por el Estado Islámico en años, subrayando la amenaza persistente de este tipo de violencia. La comunidad, aún conmocionada, intenta procesar la tragedia mientras las investigaciones continúan.
