Aumenta la alarma y tensión entre Ucrania y Estados Unidos
El Congreso bloqueó el sábado una nueva ayuda a Ucrania en su acuerdo de gasto público, una reprimenda a Kiev con repercusiones geopolíticas que se produjo a pesar de una presión concertada de altos funcionarios de Biden y del senador republicano de más alto rango.
La Casa Blanca dijo que Ucrania necesitaba 20.600 millones de dólares en ayuda para luchar contra la invasión rusa, el titular de la Cámara Baja, el republicano Kevin McCarthy, eliminó todos los fondos para el aliado de Estados Unidos del proyecto de ley de gasto público, bajo la inmensa presión de una bancada republicana que se ha vuelto cada vez más en contra de la gestión de la guerra por parte de Biden. El Senado había presentado un proyecto de ley bipartidista para enviar unos 6.000 millones de dólares a Ucrania, pero los demócratas, temerosos de que se les culpe de un cierre del Gobierno, aprobaron la versión de la Cámara de Representantes cuando sólo faltaban unas horas para que expiraran los créditos federales.
El rechazo del dinero nueve días después de que el presidente ucraniano Volodimir Zelensky volara a Washington y rogara a los legisladores que mantuvieran su apoyo refleja el endurecimiento de la oposición del Partido Republicano a ayudar a Ucrania, y enviará inmediatamente ondas de choque a las capitales europeas y al gobierno de Kiev.
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En los días previos a la votación del acuerdo sobre las asignaciones, altos funcionarios estadounidenses -incluidos el secretario de Estado Antony J. Blinken, el secretario de Defensa Lloyd T. Austin y el líder de la minoría en el Senado Mitch McConnell (R-Ky.) hicieron un esfuerzo concertado para conseguir apoyo para el paquete entre los republicanos, sólo para que cayera en las fauces de la resistencia entre los conservadores de la Cámara, que se han envalentonado con el ex presidente Donald Trump y otras figuras del Partido Republicano para oponerse a un apoyo adicional.
Los partidarios de Ucrania en la Cámara, el Senado y la Casa Blanca dicen que no se rendirán a pesar de la derrota, haciendo hincapié en que la mayoría de los miembros del Congreso todavía apoyan la financiación adicional. También señalan que la ley de gasto provisional aprobada el sábado sólo financiará el gobierno hasta mediados de noviembre, lo que ofrece otra oportunidad para presionar de nuevo por dinero para Ucrania.