Una grúa de más de 50 metros se posiciona en la Bajada Armendáriz para instalar las estructuras del puente tubular en el malecón de la Costa Verde
Por: Mailhy Rojas
Fotos: Daniel Alta
Este martes, los alcaldes de Miraflores, Carlos Canales, y de Barranco, Jessica Vargas, realizaron una supervisión del avance del Corredor Turístico Miraflores-Barranco, conocido como el Puente de Cristal.
Este emblemático proyecto tiene como objetivo mejorar la conectividad entre ambos distritos y promete convertirse en un ícono arquitectónico y turístico de la ciudad.
Con una longitud de 112 metros, un ancho de ocho metros y un peso de 600 toneladas, esta megaobra se encuentra actualmente en la etapa de montaje de sus arcos y componentes estructurales.
El puente peatonal conectará el Malecón Armendáriz en Miraflores con el Malecón Paul Harris en Barranco. Durante la inspección, los alcaldes observaron el trabajo de una grúa de más de 50 metros de altura, diseñada específicamente para grandes obras de infraestructura, con una capacidad de levantamiento de hasta 1,000 toneladas.
Una de las características más destacadas del Puente de Cristal es que será un espacio exclusivo para peatones y ciclistas, promoviendo un estilo de vida más saludable.
Su diseño permitirá a los visitantes disfrutar de vistas espectaculares del mar, lo que consolida su atractivo turístico.
En declaraciones para La Razón, el alcalde Canales subrayó la importancia de esta iniciativa, junto con la alcaldesa Vargas, y detalló la infraestructura del puente turístico.
«Este proyecto nace hace varios años en una iniciativa de Jessica Vargas, cuando era funcionaria de la Municipalidad de Miraflores. Podemos ver que ahora esta obra es una realidad con estas estructuras que van a soportar la estructura tubular del puente, con esos apegos que se están montando para que puedan tener toda la estructura. Todo esto va a ayudar a que exista un puente de 112 metros de largo y 8 metros de ancho, con una ciclovía, con un paseo peatonal, con una zona de vidrio. Así podamos unir a Barranco con Miraflores para poder disfrutar, ya sea de correr, caminar, trotar o ir en bicicleta», explicó.
También detalló que se beneficiarán los vecinos del distrito, deportistas, y será un gran atractivo turístico.
«Lo que estamos brindando es el bienestar de aquellos vecinos que siempre vienen a nuestro distrito a caminar, a pasear en bicicleta, en familia. Por eso va a ser un atractivo turístico, pero además es un proyecto de bienestar y de satisfacción para los deportistas», precisó.
Por su parte, la alcaldesa Vargas se refirió al proyecto como inclusivo y destacó las impresionantes vistas que ofrecerá a los visitantes.
«Este puente es dedicado a los peatones y ciclistas, es inclusivo y va a permitir que todos los limeños transiten, vayan a sus puestos de labores, hagan deporte, den un paseo porque estamos impulsando a nivel de Lima Metropolitana el uso de ciclovías. Es una obra esperada por todos que además nos va a relajar porque va a tener una vista impresionante de la ciudad», comentó.
También mencionó que la iniciativa fue liderada por el alcalde Carlos Molina durante su gestión anterior, y reconoció el compromiso del alcalde Canales en la continuidad de la obra. Además, hizo mención de la restauración de La Ermita.
«Es el proyecto que va a marcar la gestión, un proyecto muy ambicioso. Fue pensado y liderado por Luis Molina, alcalde de Miraflores, en la última gestión. Yo formé parte de su equipo técnico. Agradezco también y saludo al alcalde Carlos Canales por continuarla. Por experiencia, cuando hay cambios de gestión, no toman en cuenta los proyectos que existen en cartera, hacen nuevos o simplemente los ignoran. En mi caso, dejé un proyecto aprobado para restaurar La Ermita de Barranco, el cual no se continuó en dos gobiernos, he llegado y he logrado activarlo nuevamente y lo estoy haciendo», puntualizó.
Es relevante señalar que la construcción avanza conforme al cronograma establecido, con un carril habilitado en cada sentido entre las 5:00 a. m. y 9:00 pm de lunes a viernes, mientras que habrá un cierre total en las noches y madrugadas. , así como todos los sábados, domingos y feriados, garantizando la seguridad de los trabajadores y la calidad de la obra.