Entrevista al embajador de Azerbaiyán en Perú, Mammad Talibov
En noviembre del 2020 concluyó la guerra entre Azerbaiyán y Armenia con la recuperación de los territorios de la región de Karabaj por parte del gobierno de Bakú, tras casi 30 años de ocupación armenia. Posteriormente, se inició un proceso de normalización de relaciones entre ambos países con la mediación de instancias internacionales.
El embajador de Azerbaiyán en Perú, Mammad Talibov, informó sobre los avances obtenidos en este proceso hacia un acuerdo de paz definitivo en el Cáucaso del Sur.
– ¿Cuál es la situación actual entre Azerbaiyán y Armenia a dos años de la guerra y recuperación de los territorios de Karabaj?
Actualmente se desarrolla un proceso de normalización de relaciones con Armenia. Después de nuestra victoria en la guerra y posterior liberación de nuestros territorios, en cumplimiento de las resoluciones de la ONU, nuestro objetivo máximo ha sido la reconstrucción de los territorios vandalizados por Armenia, a fin de garantizar el regreso de los desplazados internos.
– ¿En qué consiste este proceso de normalización de relaciones?
Con Armenia tenemos tres caminos importantes. El primero consiste en la firma de un acuerdo de paz definitivo basado en cinco principios fundamentales, siendo los más importantes el reconocimiento mutuo de soberanía de ambos países, y dejar de lado las demandas territoriales contra Azerbaiyán, reconociendo nuestro territorio e integridad territorial.
– ¿Este proceso involucra la participación de otros países?
Este mes hemos tenido reuniones de los ministros de Relaciones Exteriores de ambos países, teniendo como anfitrión al Secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken. También un encuentro del primer ministro de Armenia con el presidente de Azerbaiyán junto al presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, en Bruselas. Y hubo una tercera reunión con mediación del ministro de Relaciones Exteriores ruso, Serguéi Lavrov. Con él estuvieron nuestros ministros de Relaciones Exteriores.
– ¿Qué avances se han logrado con dichos encuentros?
El más importante es que en Bruselas, Charles Michel, declaró que las partes, Armenia y Azerbaiyán, reconocen mutuamente la integridad territorial. Y por primera vez se ha dado una precisión de superficie. En el caso de Azerbaiyán es de 86.6 mil kilómetros cuadrados. Es decir, incluyendo la región de Karabaj de Azerbaiyán. Y la semana pasada el primer ministro de Armenia admitió que esta cifra sí incluye la región de Karabaj y ocho enclaves azerbaiyanos en Armenia. Esto es algo importante y creo que podemos seguir adelante. Estas actividades sí nos han ayudado y esperamos que se pueda lograr un acuerdo de paz definitivo a fin de este año.
– Usted habló de tres caminos para llegar a ese acuerdo de paz ¿cuáles son los otros dos?
El segundo camino es la demarcación de fronteras internacionalmente reconocidas. Este es también un camino muy importante. Azerbaiyán tiene su comisión y estamos listos, pero todavía no tenemos muchas actividades sobre esto porque por parte de Armenia se están tardando. Y el tercer camino, que está estipulado en la declaración trilateral de noviembre del 2020, es la apertura de las comunicaciones. Entonces, Armenia tiene que abrir paso a Azerbaiyán para que se pueda ir hasta Najchiván (enclave) pasando por Armenia.
– ¿Qué ha ocurrido con los armenios que viven en Azerbaiyán?
Azerbaiyán está comprometido con la paz y es multicultural. No hemos tenido problemas con ninguna nación en la historia y los armenios que viven en la región de Karabaj de Azerbaiyán pueden vivir ahí, pero tienen -como en todo el mundo- que respetar la Constitución y las leyes del país donde viven. Entonces, deben pedir pasaportes azerbaiyanos y pueden ejercer todos sus derechos. Si no es así, tienen que salir, porque es ilegal su estancia en Azerbaiyán.
– ¿Existen grupos separatistas en la zona de Karabaj?
Hay 10 mil miembros de las fuerzas armadas de Armenia en la región de Karabaj de Azerbaiyán en la parte que está bajo responsabilidad de pacificadores rusos, que se quedaron ilegalmente violando la Declaración Trilateral de 2020. Todavía hay fuerzas armadas de Armenia y algunos combatientes locales separatistas. Ellos tienen que retirarse del territorio de Azerbaiyán.
Grupos separatistas y militares armenios podrían poner en peligro el proceso de normalización de relaciones.
– ¿Han ocurrido acciones armadas en estas últimas semanas?
Sí. Especialmente en la frontera con Azerbaiyán. Los armenios empiezan algunas provocaciones, pero nuestras fuerzas armadas dan una respuesta adecuada. Desafortunadamente, en los últimos enfrentamientos hemos perdido algunas vidas y creemos que debemos poner fin a todo esto. Y por eso tenemos que avanzar en el proceso de paz.
Entendimos que esto sucede porque el objetivo del gobierno armenio o de algunos círculos revanchistas en dicho país es impedir el proceso de paz, impedir el proceso de normalización de las relaciones porque, en este caso, deben dejar sus reclamos territoriales, lo que ha sido base de su ideología en las últimas tres décadas.
– ¿Cómo va el proceso de desminado en los territorios recuperados?
Azerbaiyán no escatima esfuerzos para reconstruir la región liberada, pero uno de los desafíos más importantes es la contaminación de minas en dicho territorio. Antes de poner un puesto de control en nuestras fronteras, hemos detectado varias veces que clandestinamente estaban infiltrando minas después de la guerra del 2020. Hemos detectado miles de minas producidas en Armenia en 2021, lo que quiere decir que han sido colocadas después de la guerra. Así que siguen con esas provocaciones.
La comunidad internacional debe presionar a Armenia para que entregue los mapas de los campos minados. Azerbaiyán ha sufrido mucho porque más de 300 personas fueron heridas gravemente o murieron después de explosiones de minas.
Azerbaiyán y Armenia han sostenido reuniones con intermediación de Antony Blinken (EE.UU.), Charles Michel (Consejo Europeo) y Serguéi Lavrov (Rusia)
– ¿Cómo ha evolucionado el desarrollo de la región de Karabaj?
En dos años y medio, Azerbaiyán ha invertido en esta zona más de 6 mil millones de dólares y seguimos invirtiendo. Ya hemos desarrollado diferentes proyectos porque tenemos que reconstruir más de 300 aldeas totalmente destruidas y ocho ciudades grandes. Se han aprobado planes para la construcción de ciudades con energía verde y altas tecnologías.
Ya se construyeron más de 800 kilómetros de carreteras en un terreno difícil. También escuelas, hospitales y mucho más. Ya regresaron los primeros desplazados y van a seguir regresando miles más durante todo este año. Planeamos convertir esta región en una de las más bellas y modernas de nuestro país.
El mundo debe de saber qué está pasando en esta zona, que desafortunadamente todavía Armenia quiere tergiversar la situación en la región. Es importante conocer todo el proceso de normalización y esperamos que pronto podamos recuperar toda la paz y seguridad en la región del Cáucaso del Sur.
– ¿Cuál es el siguiente paso tras las reuniones con intermediación de instancias internacionales?
Se está trabajando en un texto de paz definitiva y el último objetivo es firmar dicho acuerdo, basado en los cinco principios del acuerdo internacional que propusimos. Es decir, el reconocimiento mutuo y respeto a la soberanía e integridad territorial.
– ¿El reconocimiento del territorio azerbaiyano realizado de manera oficial por Armenia, a través de su primer ministro, la semana pasada es un gran avance?
El Derecho Internacional siempre ha reconocido el territorio de Karabaj como parte de Azerbaiyán. Incluso durante su ocupación, pero es un avance que oficialmente Armenia ya reconozca que ese territorio es de Azerbaiyán. Es algo obvio que tenía que aceptar.
“Tenemos que reconstruir 8 ciudades y más de 300 aldeas totalmente destruidas y ocho ciudades grandes”.
– ¿Entonces se espera que el proceso avance con mayor celeridad?
Vemos en los últimos días que todavía hay grupos separatistas en la región de Karabaj que empezaron con una retórica bélica. Incluso diciendo que el primer ministro de Armenia no puede decidir eso. Esto demuestra desde qué lado se empiezan nuevamente estas tensiones. Los integrantes de esas fuerzas separatistas son criminales de guerra y deben salir del territorio de Azerbaiyán.
– ¿Cuál es el nivel de relaciones entre Azerbaiyán y Perú?
Tenemos muy buena relación con Perú. Después de la pandemia avanzamos en varios temas. Tengo varias reuniones aquí en el Ministerio de Relaciones Exteriores y con el Ministerio de Cultura. El turismo, la cultura, la economía, así como las esferas humanitaria, política y las relaciones interparlamentarias son muy importantes para nosotros.
– ¿Cómo podría intensificarse esa relación?
Un tema importante que esperamos se pueda resolver es la reapertura de la embajada de Perú en Azerbaiyán, porque por razones económicas –según nos explicaron- detuvieron sus actividades en 2020. Ese sería un fuerte impulso en nuestras relaciones. En el marco de relaciones internacionales tenemos muy buena colaboración. Azerbaiyán todavía tiene la presidencia del MNOAL (Movimiento de países No Alineados) donde Perú también es uno de los miembros fundadores. Esta organización es la segunda más grande del mundo.
También tenemos otras actividades en educación, presentando becas completas para ciudadanos de Perú para continuar su educación en todos los niveles, como pregrado y posgrado, en Azerbaiyán.
