Rescatistas trabajaron por horas para poder rescatar al niño de un pozo de 20 metros de profundidad.
En horas de la mañana de ayer 28 de febrero, vecinos de la localidad de Orellana, en Ucayali reportaron que un bebé cayó a un pozo de más de 15 metros de profundidad. Llegaron al lugar bomberos y policías para poder resolver la situación.
Al llegar, utilizaron un celular atado a una cuerda que deslizaron por el pozo para verificar si el niño se encontraba aún con vida. Lograron captar al bebé un poco deshidratado y cansado por el largo lloro; y así se mantuvo durante la espera de ser rescatado.
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Debido a las prolongadas horas en ayuno, los pobladores lograron alcanzarle un jugo en cajita. De rato en rato, su padre estuvio hablándole a través del tubo. Además, la población proporcionó un balón de oxeno para que el aire ingrese al lugar estrecho donde permanecía el menor.
Felipe Chong, jefe del Centro de Operaciones de Emergencia Regional de Loreto informó a los medios locales que el niño presenta leves heridas en el brazo y el rostro, y que tenía cierta movilidad, lo que hacía presumir que no tendría mayores daños, aunque ello debía descartarse luego con un examen médico exhaustivo.
Finalmente, el niño logró ser rescatado gracias a la intervención de un ciudadano quien se filtró por una abertura, lo cargó y lo sacó en brazos del pequeño espacio donde se encontraba ya sin fuerzas, pero con vida y estable. Fue identificado como Jesús Mateo. Inmediatamente fue evaluado por el personal médico y posteriormente trasladado centro de salud para los exámenes correspondientes. El pequeño ya se encuentra fuera de peligro, con sus padres y recibiendo toda la ayuda necesaria.