Por años, en el Perú y en muchas partes del mundo, se ha creído que trabajar con satisfacción, comodidad y salud emocional es un privilegio. Para algunos, contar un buen ambiente laboral o sentirse valorado es algo “extra”. Sin embargo, esto no debería ser así: el bienestar en el trabajo no es un lujo, sino una necesidad, un derecho humano básico y una condición esencial para la productividad.
Así lo sostiene la Mag. Leydee Rosado, psicóloga especialista en el ámbito organizacional, coach, consultora de gestión del talento y docente universitaria, durante su participación en el programa Cayetanamente, emitido en cayetano.plus y conducido por la doctora Dany Araujo.
Rosado enfatiza que el entorno laboral influye directamente en la salud mental de los trabajadores y, por ende, en su rendimiento y compromiso.
“Muchas empresas creen que ya es suficiente con pagarle al trabajador. Pero en el Perú existe una ley, la Ley 29783, modificada por la 30222 (Ley de Seguridad y Salud en el Trabajo), que obliga a garantizar la salud y seguridad del trabajador. Esto incluye la salud física y también la mental”, recuerda la especialista.
Bienestar: un derecho, no un premio
En un país donde la informalidad laboral supera el 70% de la Población Económicamente Activa, hablar de bienestar puede parecer una meta lejana. Pero su relevancia es innegable. Las organizaciones tienen la obligación legal y ética de ofrecer ambientes seguros, horarios respetados y condiciones dignas para todos sus trabajadores.
“No se trata solo de tener un lugar cómodo o un horario fijo, sino de que el trabajador se sienta bien con lo que hace, que no esté expuesto a exigencias desmedidas o a maltratos psicológicos que dañen su salud emocional”, explica Rosado.
Productividad y bienestar: una relación directa
En entornos altamente competitivos, muchas empresas creen que exigir más aumenta los resultados. Sin embargo, la evidencia demuestra lo contrario.
“Por cada euro invertido en bienestar laboral, el retorno es de cuatro euros”, indica Rosado, citando un estudio de la Unión Europea. “Esto demuestra que cuidar al trabajador no es un gasto, es una inversión inteligente”.
Un empleado que se siente respetado, valorado y en equilibrio con su vida personal trabaja con mayor motivación, energía y compromiso.
El clima laboral importa — y mucho
El bienestar laboral no depende únicamente del salario o del puesto. El clima organizacional, entendido como la calidad de las relaciones con compañeros y líderes, es clave.
“Un trabajador que se siente bien, se compromete con la organización, con el líder, con sus tareas. Pero si tiene una relación autoritaria con su jefe, donde solo recibe órdenes y no es escuchado, esto afecta su bienestar emocional”, señala la experta.
Detectar cuando el trabajo afecta la salud
El estrés laboral suele acumularse de manera silenciosa hasta manifestarse en síntomas físicos emocionales: falta de concentración, pérdida de memoria, dolores corporales o enfermedades recurrentes.
Rosado recomienda la autoobservación para identificar señales como insatisfacción, ansiedad o agotamiento emocional, y así buscar ayuda o tomar decisiones a tiempo.
El rol clave del liderazgo
Un buen líder debe conocer las diferencias de personalidad de su equipo para motivar, corregir y acompañar de forma efectiva. La retroalimentación, subraya Rosado, debe ser constructiva y empática, orientando a la mejora sin dañar la autoestima.
Fortalezas personales y autocuidado
Si bien el entorno influye, el bienestar también depende de las habilidades individuales como la gestión emocional, la comunicación asertiva y la capacidad de establecer límites. Estas competencias, que no siempre se enseñan en la educación formal, pueden entrenarse con práctica y apoyo profesional.
Cuando el trabajo invade la vida personal
El estrés laboral no se queda en la oficina: afecta relaciones familiares, amistades y la calidad de vida en general. Estar bien en el trabajo es estar bien en la vida, recalcó Rosado.
Cuando el entusiasmo inicial se apaga
Es común que una persona empiece un nuevo empleo con ilusión, pero con el tiempo, esa motivación se apaga. Esto suele ocurrir cuando las expectativas no se cumplen, o cuando el ambiente no es favorable.
“Hay que preguntarse si ese es el lugar donde realmente se quiere estar. Si uno siente que no hay crecimiento ni bienestar, es momento de pensar en otras opciones”, recomienda Rosado.
Además, es más fácil tomar decisiones importantes mientras se tiene estabilidad. Cambiar de trabajo no siempre es una crisis, puede ser una oportunidad de crecimiento personal y profesional.
Miedo al cambio y conformismo
Muchos trabajadores se acostumbran a un empleo que no los hace felices, simplemente por miedo a perder la estabilidad económica. Pero esto, a la larga, puede ser perjudicial para la salud.
“Desde mi experiencia, es más saludable buscar nuevas oportunidades mientras se tiene trabajo. Así, uno puede planificar con calma y no aceptar cualquier oferta por desesperación”, comenta la psicóloga.
El bienestar laboral implica también tener la valentía de tomar decisiones difíciles cuando es necesario.
Retener el talento: un desafío empresarial
El compromiso del trabajador con la empresa no se exige, se construye. Según Rosado, un buen clima laboral, respeto, oportunidades de crecimiento y un ambiente seguro, hacen que el trabajador se fidelice.
“Cuando una persona se siente valorada y parte del equipo, se compromete más con la empresa. Se siente orgullosa de pertenecer a ella”, afirma.
Esto es especialmente importante en las nuevas generaciones, que tienden a cambiar de trabajo con frecuencia. Las empresas deben adaptarse y crear condiciones atractivas para retener talento joven.
Bienestar para todos: el reto de la informalidad
En el Perú, la alta informalidad laboral es una gran barrera para el bienestar. Más del 70% de los trabajadores no tiene acceso a beneficios, seguridad ni derechos laborales básicos.
“En estos casos, es fundamental que las personas fortalezcan sus recursos personales y, si es posible, busquen oportunidades que les permitan trabajar de forma formal”, recomienda Rosado.
Consejos para quienes inician su carrera
¿Qué deben tener en cuenta quienes van a iniciar su vida laboral? Para Rosado, la clave está en conocerse bien a uno mismo, identificar fortalezas y áreas por mejorar, y buscar prácticas o empleos que permitan aprender desde la experiencia.
“Los jóvenes deben potenciar su perfil, porque las empresas buscan talentos que se alineen con sus objetivos. Con práctica y formación, es posible encontrar buenos espacios donde sentirse bien”, indica.
También es importante tener en cuenta que el cambio constante no siempre es negativo, pero debe estar guiado por un propósito y no solo por el descontento momentáneo.
La regla de oro: cuidar la salud mental
“Siempre busquen estar en un lugar donde experimenten bienestar. Donde puedan crecer, sentirse valorados y cuidar su salud mental. No hay que esperar a que la empresa lo haga todo: también es nuestra responsabilidad cuidar de nosotros mismos”.
Como la Mag Rosado concluye, “no todo es trabajo. Es necesario aprender a equilibrar la vida personal con la laboral y priorizar nuestro bienestar. Nadie más lo va a hacer por nosotros”.
Explicó que el bienestar laboral no debe seguir siendo visto como un lujo ni como algo opcional. Es una condición necesaria para la salud, la productividad y la realización personal. Tanto trabajadores como empresas tienen un rol que cumplir: uno cuidando de sí mismo y el otro generando entornos dignos, humanos y respetuosos. En un país como el Perú, donde aún hay mucho por avanzar en este tema, hablar del bienestar laboral no es solo importante: es urgente.




