El presidente Arce encaró a Zúñiga en la puerta de la Casa Grande del Pueblo, y le ordenó «replegar» a los militares que lo acompañaban
Ayer miércoles, en La Paz, Bolivia, se vivieron momentos de tensión cuando militares, liderados por el destituido jefe del ejército Juan José Zúñiga, se posicionaron con tanquetas frente a la sede presidencial e intentaron irrumpir por la fuerza en el edificio. Este acto fue calificado como un ataque golpista por el presidente Luis Arce.
Después de varias horas de movilización, las tropas se retiraron de la Plaza Murillo, el centro neurálgico de la ciudad, tras la juramentación de nuevos mandos militares por parte del presidente.
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El presidente Arce tomó juramento a los nuevos líderes militares: el general José Sánchez Velásquez como comandante del Ejército, el general Gerardo Zabala Álvarez como comandante de la Fuerza Aérea, y el general Renán Guardia Ramírez como comandante de la Armada.
Bolivia en tensión política
Este acto se realizó después de que el mandatario denunciara un intento de golpe de Estado por parte de Zúñiga, quien había manifestado la intención de «reestructurar la democracia» en el país.
Además, Arce criticó las intenciones de Zúñiga, indicando que «las Fuerzas Armadas pretenden reestructurar la democracia, que sea una verdadera democracia. No de unos cuantos, no de unos dueños que ya tienen 30, 40 años manejando el país».