El presidente de Brasil, que fue contagiado con la Covid-19, fue captado por los medios conversando con gente en la parte externa de su residencia oficial en Brasilia.
Jair Bolsonaro, de 65 años, que actualmente tiene coronavirus, fue visto paseando en moto este jueves, en una de las imágenes aparece conversando con un barrendero en la parte externa de su residencia oficial en Brasilia, sin uso de la mascarilla.
En otra fotografía se le ve con casco, pero con la visera levantada y saluda desde ciertas distancias a los barrenderos, en los exteriores del Palacio de Alvorada, donde se encuentra aislado desde ser diagnosticado de coronavirus.
«Planalto no comentará», dijo la secretaria de Comunicación de Presidencia al ser consultada sobre las circunstancias del episodio.
El presidente había calificado al coronavirus de “gripecita”, en su mensaje de los jueves en Facebook, también aseguró que se siente “muy bien”, pero “un poco agobiado de estar encerrado en una sala”.
El paseo que hizo en un momento de altos balances de la pandemia en Brasil, el segundo país más golpeado por el Covid-19, con más de 84.000 fallecidos y casi 2,3 millones de personas contagiadas.
El miércoles se registró el récord de contagios con 67.860 casos, atribuido a un desfase del reporte de datos de Sao Paulo.
“Estamos preocupados por las vidas, pero el efecto colateral de esa política [de cuarentenas] va a matar mucha más gente que el virus», dijo el presidente.
El legislador federal Marcelo Freixo, líder del Partido Socialismo y Libertad tuiteó «Es la imagen de la monstruosidad y del desprecio de Bolsonaro por la vida de los brasileños”.
Bolsonaro cumple una agenda remota y suele mostrarse en los jardines de Alvorada, desde que contrajo el virus. En otras ocasiones se acercó a simpatizantes agolpados fuera de los jardines del Palacio, aunque se mantuvo separados de ellos por un estanque.
El domingo pasado en uno de esos encuentros, el presidente de Brasil, se quitó la mascarilla al hablar durante unos minutos y alzó una caja de hidroxicloroquina, un medicamento que asegura estar tomando, a pesar que no tiene evidencias científicas sobre su eficacia contra la Covid-19.