La mayoría de los incendios que cubrieron los bomberos, se originaron principalmente por la caída de pirotécnicos.
El cuerpo de Bomberos voluntarios jamás ha dejado de trabajar, incluso en las peores circunstancias. Su labor es fundamental para garantizar los primeros auxilios a nivel nacional, y generar seguridad. Durante estos días festivos los incendios son problemas, lamentablemente comunes, debido a la manipulación pirotécnica. De esta manera, los Bomberos voluntarios atendieron 35 incendios y 14 emergencias médicas en la madrugada de Año Nuevo en Lima y Callao, informó hoy el comandante Mario Casaretto.
La mayoría de los siniestros se originaron principalmente por la caída de pirotécnicos. Uno de ellos ocurrió en un almacén de plásticos en San Juan de Lurigancho, hasta donde llegaron más de 25 unidades. Casaretto informó que en las distintas emergencias se han registrado siete personas heridas, cuatro de ellas por inhalación de humos tóxicos, tres por golpes y uno por quemaduras, agregó. Semanas atrás, Casaretto ya había advertido que el descuido y los excesos en el uso de las luces navideñas y luces de bengala o “chispitas mariposa” pueden ocasionar incendios.
Las luces de bengala pueden ser consideradas inofensivas y de sana utilización; sin embargo, después de ser usadas, sus residuos dejan una chispa que muchas veces genera “incendios de consideración”. «Lamentablemente tenemos muchas costumbres. [Por ejemplo], de dejar en nuestras ventanas, al lado de las cortinas, las luces que pueden originar una emergencia de rápida proporción. No hay necesidad de dejarlas prendidas mientras dormimos, no nos vamos a dar cuenta de que se pueda producir un amago de incendio”, sostuvo el jefe de los bomberos.