La diseñadora ha acudido a la casa de Britney Spears para charlar con ella y conocer a su prometido, Sam Asghari.
La amistad entre Britney Spears y Donatella Versace, vocalista una, diseñadora la otra, lleva forjándose bastante más de 20 años. A lo largo de estas 2 décadas, las dos se han secundado, en público y en privado. La vocalista ha llevado los diseños de la italiana en giras, actuaciones (como la que hizo al lado de Michael Jackson en 2001), alfombras rojas (cuando triunfó 3 premios de MTV en 2008) y en su historia privada, y además ha acudido a ciertos de sus desfiles; por su lado, la hermana del difunto Gianni Versace continuamente ha mostrado su cariño por la artista y, en los últimos tiempos, la ha secundado extensamente en su batalla por librarse de la tutela impuesta por su papá, algo que consiguió el pasado noviembre.
Ahora, la interacción dió un paso más y Donatella Versace ha decidido ir a en persona a Spears. La modista se ha desplazado hasta Los Ángeles, California —donde el domingo van a tener sitio los Oscar; o sea, donde dichos días se concentran muchedumbre de compromisos profesionales— para ir a vivienda da la vocalista, charlar con ella y conocer al que es su novio ya hace bastante más de 4 años, Sam Asghari.
Spears ha colgado algunas fotografías del encuentro en su perfil de Instagram (con 40 millones de seguidores), que Versace ha replicado en el suyo (con otros casi 8 millones). “Mirad quien vino de visita. Estas 2 malas perras no traman nada bueno”, ha escrito la intérprete al costado de iconos de flores y corazones.
“Fue genial verte de nuevo”, ha contestado la modista. Aunque en la visita, más allá de la cortesía, podría subyacer otra cuestión. Ya que dos meses luego de que Britney anunciara su compromiso con Asghari, en Instagram sacó un vestido de tul rosa del que ciertos le preguntaron si era su vestido de novia. Ella lo negó y ha sido clara con el mensaje: “Donatella Versace va a hacer mi vestido de novia, tal y como hemos hablado”.