El paquete se extenderá 35 años para que Ucrania afronte sus necesidades financieras inmediatas
Tras nueve meses de guerra, las arcas ucranianas están secas. Aunque la guerra parezca ir a favor de Ucrania con el abandono de Jersón por parte de las tropas rusas este miércoles, reparar todos los activos destruidos no es gratis.
De hecho, el Banco Mundial estimó en 350.000 millones de euros la reconstrucción del país y será Ucrania quién tenga que afrontar gran parte de los gastos. Con estos mimbres, el FMI espera que Kiev tenga un déficit financiero continuo de entre 3.000 y 4.000 millones de euros al mes.
Antes de la guerra, Ucrania ya era uno de los países con menor PIB per cápita de Europa. Es por eso que las cuentas del país invadido se mantienen a flote gracias a las ayuda extranjera. Bloomberg asegura que Ucrania necesitará 38.000 millones de euros para funcinonar con relativa normalidad, la mitad será suministrada por EE.UU. y otro gran trozo lo hará la Unión Europea, que ha propuesto este martes un paquete de 18.000 millones de euros que prevé dar aliento financiero al Estado ucraniano.
De ser aprobados, los préstamos se desembolsarían apartir de 2023 y los ucranianos tendrán un plazo máximo de 35 años para reembolsar los créditos. Los créditos se ofrecerían en condiciones favorables, por ejemplo, la Comisión plantea subvencionar el gasto extra de los tipos de interés, que serían asumidos por los Estados miembros. El dinero será destinado a cubrir las necesidades financieras inmediatas del año que viene, para la rehabilitación de infraestructuras críticas y el apoyo inicial a la reconstrucción.
Según la Comisión, Ucrania seguirá teniendo grandes necesidades de financiación a corto plazo, «debido a la necesidad de mantener las funciones esenciales del Estado, garantizar la estabilidad macroeconómica y rehabilitar las infraestructuras críticas destruidas por la guerra de Rusia». Por ello, afirma el Ejecutivo comunitario, «es fundamental que se movilicen nuevas ayudas para Ucrania lo antes posible».