Mediante una llamada a la empresa de telecomunicaciones Claro, el hacker pudo acceder a los datos de diversas cuentas bancarias de sus víctimas
Mauricio Molina Espinoza, un hábil hacker delincuente y experto en tecnología, solía trabajar como teleoperador y tenía un profundo conocimiento de los trámites para cambiar chips y reportar robos a las compañías telefónicas. Este conocimiento le permitió usurpar cuentas bancarias.
El ciberdelincuente, en complicidad con su expareja Sandy Moscola Arboleda de Paredes, cayó en su domicilio con 68.000 soles, aunque se cree que el monto total robado es mucho mayor.
Anteriormente, el 21 de enero de 2024, Nataly Torres, una de las víctimas, descubrió que alguien había vaciado sus cuentas bancarias y que Claro había bloqueado su celular debido a un presunto robo.
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El modo de operar del hacker consistía en hacerse pasar por Nataly Torres, llamó a Claro para reportar el robo de su equipo y solicitar el bloqueo correspondiente, lo que le permitió cambiar el correo asociado al dispositivo sin levantar sospechas.
Sistematización de robo
Después de estos pasos, el criminal accedió al sistema informático del Banco Interbank y retiró todo el dinero de las cuentas de Torres. Luego, el dinero fue transferido a la tarjeta de crédito de Moscola Arboleda y luego a una billetera digital de Molina en una casa de apuestas en línea.
Las actividades de Molina Espinoza quedaron registradas, y se descubrió que había obtenido información sobre sus víctimas a través de un mercado negro en grupos de Telegram, donde se ofrecen detalles como información financiera, laboral y personal.
Captura in fraganti
El 26 de enero, la Policía capturó a Molina Espinoza mientras realizaba compras con el dinero robado. Actualmente, enfrenta 18 meses de prisión preventiva, mientras las autoridades continúan investigando la ruta del dinero y cuántas personas más fueron víctimas de su suplantación de identidad.