El suceso ha generado una ola de indignación y preocupación
En la ciudad de Celendín, Cajamarca, una alumna del colegio Nuestra Señora de Fátima sufrió graves quemaduras en el rostro durante la ceremonia de encendido de la antorcha, evento que marcaba el inicio de los juegos olímpicos escolares de la institución educativa. Dos profesores estaban a cargo de encender el pebetero, pero la situación se salió de control debido a una negligencia.
El incidente ocurrió cuando los docentes intentaban encender el pebetero utilizando una antorcha encendida. K.LL.V., una niña de 7 años que había transportado la antorcha, se encontraba a pocos metros de distancia. Uno de los profesores, en un acto irresponsable, roció combustible al pebetero para avivar las llamas, sin tomar en cuenta la dirección del viento ni la cercanía de la menor. Como resultado, el líquido inflamable salpicó en el rostro de la niña, provocándole quemaduras severas.
En medio de gritos y desesperación, la pequeña fue rápidamente trasladada al Centro de Salud de Celendín. Sin embargo, debido a la gravedad de sus quemaduras, fue derivada al Hospital Regional de Cajamarca para recibir atención médica especializada. Después de evaluar su condición, los médicos decidieron que la menor debía ser trasladada a Lima para ser hospitalizada en el Hospital del Niño de Breña, donde podría recibir un tratamiento más avanzado
Un familiar de la niña informó que los médicos diagnosticaron quemaduras de tercer grado en el 28% de su cuerpo, lo cual requiere una atención intensiva y prolongada. La familia, profundamente preocupada y afectada por el incidente, exige que los responsables de la organización del evento deportivo asuman las consecuencias de sus acciones y que sean sancionados adecuadamente.
El suceso ha generado una ola de indignación y preocupación en la comunidad, ya que se considera que las medidas de seguridad y precaución fueron totalmente ignoradas durante el evento. Los padres de familia y ciudadanos de Celendín esperan que este trágico incidente sirva como un llamado de atención para mejorar las normas de seguridad en las actividades escolares y evitar que situaciones similares vuelvan a ocurrir.
Además, se espera que las autoridades educativas y locales realicen una investigación exhaustiva para determinar las responsabilidades y tomar las medidas necesarias para garantizar la seguridad de los estudiantes en todas las actividades organizadas por las instituciones educativas. La prioridad debe ser siempre la protección y el bienestar de los niños, quienes confían en los adultos para su cuidado y seguridad.
Este lamentable accidente subraya la importancia de seguir estrictamente los protocolos de seguridad en cualquier actividad escolar y la necesidad de una mayor conciencia y responsabilidad por parte de los educadores y organizadores. La comunidad de Celendín se une en apoyo a la pequeña K.LL.V. y su familia, esperando su pronta recuperación y justicia en este caso.