Por John Colonio / Calienta Vizcarra

Subdirector de La Razón

por | Mar 16, 2018 | Opinión

Subdirector de La Razón

“Júzgame por los enemigos que me he ganado” decía Franklin Delano Roosevelt, político, abogado y presidente de Estados Unidos, quien tuvo un importante liderazgo en la segunda guerra mundial, luego del ataque a Pearl Harbor por parte del imperio japonés.

Y citando la frase del expresidente estadounidense, a estas alturas del partido, el primer Vicepresidente de la República, Martín Vizcarra, se ha ganado varios enemigos en el gobierno ppkausa, ello, por el apoyo del fujimorismo a un eventual gobierno suyo, en caso el Congreso de la República consiga los votos para destituir al presidente Pedro Pablo Kuczynski por sus presuntos vínculos con la empresa Odebrecht.

Antes de irse a Ottawa, donde asume las funciones de embajador de Perú en Canadá, Vizcarra lanzó una frase a la prensa: “la Constitución debe ser respetada por todos los peruanos”. Esta declaración, evidentemente, es un claro mensaje: Si Pedro Pablo Kucyznski renuncia o es vacado, quien asume la presidencia, según la Constitución, es el primer vicepresidente de la República. Más claro: el agua.

Ayer el Congreso admitió el pedido de vacancia contra el presidente Pedro Pablo Kuczynski. Tras ello, el presidente del Banco Central de Reserva (BCR), Julio Velarde, adelantó que en caso de prosperar esta moción los inversionistas esperan que asuma Vizcarra, dejando sin piso a la Premier Mercedes Aráoz, quien señaló que este nuevo pedido de vacancia lleva a una real «destrucción de país» y hasta habló que países que pasan por este tipo de proceso “han perdido el grado de inversión”, cosa jalada de los cabellos, por decir lo menos.

A estas alturas, el expresidente regional de Moquegua esperará con paciencia el veredicto popular, representado en el Congreso, sobre la permanencia o no de PPK en la Casa de Pizarro.

Todo esto sucede en medio de la decisión de la primera Fiscalía Anticorrupción de Lima de abrir investigación preliminar contra Kuczynski y Alejandro Toledo por el presunto delito de colusión en la firma del contrato que el Estado suscribió con el consorcio Camisea para la explotación de Gas del Lote 56. Según el documento fiscal, PPK habría beneficiado con la firma del contrato a la empresa Hunt Oil Company, donde previamente había asesorado. Sin contar con la declaración que deberá brindar el jefe de Estado a la Comisión Lava Jato por los pagos que hizo la empresa Odebrecht a una de sus empresas.

La única esperanza de PPK es que Kenji Fujimori logre convencer a legisladores de Fuerza Popular para que voten en contra de la vacancia presidencial. Veremos qué pasa.


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