El Cardenal Juan Luis Cipriani, Arzobispo Emérito de Lima, rompió su silencio este sábado para negar las acusaciones de abuso sexual en su contra que publicó el diario español El País y revelar que el Vaticano le impuso sanciones en 2019.
El Cardenal Cipriani publicó una carta en la plataforma Medium en respuesta al artículo en el que calificó las alegaciones como «completamente falsas» y aprovechó la oportunidad para explicar las circunstancias de su salida del Perú.
Las acusaciones publicadas por El País se basan en el testimonio de un hombre de 58 años que aseguró que el Cardenal Cipriani —que fue sacerdote del Opus Dei entre 1977 y 1988, cuando fue nombrado obispo por San Juan Pablo II— abusó de él cuando tenía entre 16 y 17 años en 1983 en un centro del Opus Dei.
NIEGA ACUSACIONES
«Ante las acusaciones que hoy, 25 de enero de 2025, ha publicado el diario El País sobre mi persona, quiero aclarar que los hechos que describen son completamente falsos. No he cometido ningún delito ni he abusado sexualmente de nadie ni en 1983, ni antes, ni después», afirmó el Cardenal Cipriani en su misiva.
El purpurado peruano reveló que en agosto de 2018, la Santa Sede le comunicó informalmente la existencia de una denuncia en su contra, sin entregarle detalles. Posteriormente, en diciembre de 2019, se le comunicaron verbalmente una serie de sanciones, entre ellas la limitación de su ministerio sacerdotal, el requerimiento de residencia estable fuera del Perú y una petición de guardar silencio sobre el asunto.
«A continuación, sin haber sido escuchado, sin haber sabido más y sin que se abriera un proceso, el 18 de diciembre de 2019 el Nuncio Apostólico me comunicó verbalmente que la Congregación para la Doctrina de la Fe me había impuesto una serie de penas limitando mi ministerio sacerdotal y pidiendo que tuviera una residencia estable fuera del Perú», agregó el Cardenal Cipriani.
CON EL PAPA
El Cardenal Cipriani mencionó que tras una audiencia con el Papa Francisco en febrero de 2020, se le permitió reanudar sus actividades pastorales.
«Así lo demuestra mi amplia actividad pastoral realizada durante estos años, predicación de retiros espirituales, administración de sacramentos, etc.”, explicó en la carta.
“En estos años fuera de Lima viví en Roma dedicado a mis trabajos como Cardenal miembro del Dicasterio para la Causa de los Santos hasta que cumplí los 80 años y me retiré de toda ocupación en la curia romana y me trasladé a Madrid”, manifestó.
En la carta, el Cardenal Cipriani reiteró su «rechazo y repulsa total a los abusos sexuales a menores y personas vulnerables» y su compromiso «con la lucha de la Iglesia para erradicar esta lacra, siguiendo las indicaciones de Juan Pablo II, Benedicto XVI y el especial liderazgo del papa Francisco, poniendo en el centro a las víctimas».
RESPALDO
El alcalde de Lima, Rafael López Aliaga, expresó públicamente su respaldo al religioso, calificando las recientes acusaciones en contra del cardenal como una “difamación”.
“Reitero mi apoyo y agradecimiento al cardenal Cipriani, al que conozco perfectamente desde hace muchos años. Es injusto acusar a un ser humano y no darle derecho a defenderse”, señaló. En un tono más directo, el alcalde también cuestionó el papel de los medios de comunicación en este caso.
El burgomaestre no solo destacó la labor de Cipriani como “figura religiosa”, sino que también insistió en que las acusaciones carecen de fundamentos sólidos. En sus declaraciones, indicó la importancia de garantizar un proceso justo y criticó el impacto de los medios en la formación de opiniones sin evidencias concluyentes. “Es injusto acusar a alguien sin darle el derecho a defenderse”, insistió el alcalde, reiterando su apoyo al cardenal.