Proyección de Ceplan alarma a ciudadanos debido a posible escasez de agua para el año 2030
Crisis del agua en Perú: Perspectivas alarmantes para el 2030, según CeplanPerú, sumido en una preocupante crisis hídrica, enfrenta un panorama desafiante hacia el futuro, con proyecciones que señalan una alarmante escasez de agua para el año 2030.
Esta situación, revelada por el Centro Nacional de Planeamiento Estratégico (Ceplan), sitúa al país entre los más afectados en América Latina y el Caribe, generando inquietud tanto a nivel local como global. Actualmente, Perú ocupa el puesto 66 en el ranking de estrés hídrico de las Naciones Unidas, con un rango que oscila entre -40% y -80%, indicando una alta probabilidad de enfrentar escasez de agua dulce para el 2040. Esta vulnerabilidad se ve exacerbada por el impacto del cambio climático, que ya está alterando los sistemas hidrológicos del país.
Según el informe del Ceplan, la crisis del agua en Perú refleja un problema global, con 2.000 millones de habitantes experimentando altos niveles de estrés hídrico en la actualidad, una cifra que se espera duplicar para el 2050. Además, 2.400 millones de personas carecen de acceso a saneamiento básico y 663 millones no tienen acceso a agua potable en todo el mundo.
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Las consecuencias de esta crisis no solo afectarán la calidad de vida de las personas debido a las peores condiciones de saneamiento e higiene, sino que también tendrán un impacto ambiental devastador. Desde la intrusión de agua salada en los acuíferos costeros hasta el hundimiento de la tierra, los efectos serán significativos. En términos económicos, se estima que la crisis podría generar pérdidas de hasta 260 mil millones de dólares anuales a nivel mundial.
En el caso específico de Perú, las características geográficas del territorio, los cambios en las precipitaciones y el derretimiento de la nieve están alterando los sistemas hidrológicos, representando una amenaza para la seguridad hídrica del país. Se espera que las sequías sean más frecuentes en las próximas décadas, afectando sectores clave como la agricultura, la generación de energía y los patrones de consumo.
En este contexto, la industria minera peruana enfrenta desafíos adicionales debido a su alta demanda de agua en diversos procesos. La extracción, el procesamiento y la limpieza de minerales requieren cantidades significativas del líquido elemento, aumentando la presión sobre un recurso ya escaso.
Ante esta situación, la gestión eficiente del agua en la minería peruana se convierte en un tema de relevancia continua. La industria debe equilibrar su importante contribución económica con la sostenibilidad ambiental, implementando medidas de mitigación y tecnologías avanzadas para optimizar el uso del agua.
En palabras de Pamela Antonioli, gerente general del Hub de Innovación Minera del Perú, «El cuidado del agua es una preocupación fundamental para el sector minero. Se requieren medidas de mitigación para reducir los efectos del calentamiento global sobre los recursos hídricos, y es crucial adoptar soluciones innovadoras que garanticen un futuro más seguro para el agua en el Perú y el mundo».