Salvadoreños votan por presidente y legisladores, y según encuestas, el mandatario, Nayib Bukele, lidera con amplia ventaja
Después de las 17:00 horas, hora local, se clausuraron las elecciones en El Salvador, donde Nayib Bukele aspira a la reelección este domingo. Es el primer presidente en la historia democrática del país centroamericano con la posibilidad de buscar su reelección inmediata, y en caso de ganar, sería el primero en repetir en el cargo, a pesar de que la Constitución no lo permite.
La jornada del domingo se asemejó a ver un partido de fútbol ya conocido en términos de resultados. El 4 de febrero, El Salvador votó para elegir al próximo presidente, a 60 diputados del congreso unicameral y a 20 del Parlamento Centroamericano.
A pesar de que la Constitución prohíbe la reelección consecutiva, todo sugiere que Nayib Bukele, el presidente popular, será reelegido sin dificultades.
La reelección inmediata, contraria a la Constitución, y la destacada popularidad del presidente Bukele, que según algunas encuestas es la más alta del continente y una de las mejores del mundo, han sido aspectos dominantes en este ciclo electoral en El Salvador.
Además, la situación de seguridad en el país centroamericano ha estado marcada por una reducción de los crímenes violentos y la transformación de las pandillas MS13 y Barrio 18, las principales organizaciones criminales en la historia reciente del país, con las cuales Bukele pactó acuerdos de gobernabilidad desde el inicio de su mandato.
Según el Tribunal Supremo Electoral de El Salvador (TSE), en la jornada de este domingo hay 5.47 millones de ciudadanos salvadoreños habilitados para votar en 1,676 centros de votación distribuidos en las 44 circunscripciones municipales del país y en 29 países donde residen salvadoreños en el extranjero.
Las urnas se abrieron a las 07:00 a. m. y cerraron a las 5:00 p. m., hora local. Según las autoridades de la Policía y del Tribunal Supremo Electoral (TSE), no se reportaron incidentes y la jornada electoral, que tuvo una duración de 10 horas, transcurrió sin contratiempos.
Hasta esta elección, existían 262 circunscripciones municipales y se elegían 84 diputados propietarios para el Congreso. No obstante, el 15 de marzo de 2023, la Asamblea Legislativa, controlada por una supermayoría afín a Bukele, derogó el artículo 291-A del Código Electoral, que prohibía realizar cambios en la legislación electoral un año antes de las elecciones.
Esta acción abrió la puerta para la posterior reducción de escaños en el Legislativo y del número de municipios. Los críticos de la reforma coinciden en que fue una estrategia política para consolidar más poder y debilitar aún más la presencia de la oposición, que ya estaba significativamente reducida en el país.
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La reforma electoral, de acuerdo con la Oficina para Asuntos Latinoamericanos en Washington (WOLA), genera inquietud en cuanto a la salud democrática de El Salvador.
“Al reducir el número de legisladores y municipios, Bukele podría limitar el poder de los municipios en los que no tiene tanta aprobación pública y fusionarlos con distritos en los que su partido Nuevas Ideas tiene más apoyo, dando la impresión de que todo el país le apoya”, escribió WOLA en un comunicado.
Con o sin la reforma, las cifras han favorecido consistentemente a Bukele y a sus legisladores. Estos números han mostrado pocos cambios en los meses previos a la elección.
En agosto de 2023, la Universidad Francisco Gavidia (UFG) divulgó una encuesta que otorgaba a Nuevas Ideas, el partido del presidente, un 63% de preferencia de cara a la reelección en enero de 2024; una cifra más que suficiente para ganar cómodamente en la primera vuelta.
Un funcionario de la universidad comentó que, al observar esas cifras y las preferencias para el voto legislativo, donde también se pronosticaba una amplia mayoría para el partido de Bukele, se vislumbraba un escenario de dominio político a favor del presidente.
Incluso algunas encuestas han anticipado la posible desaparición de los dos principales partidos políticos que gobernaron El Salvador antes del ascenso de Bukele: el izquierdista Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN) y el partido de derecha Alianza Republicana Nacionalista (ARENA). Según los sondeos más optimistas, estos partidos apenas alcanzan un poco más del 5% de las preferencias.
A principios de 2024, unas semanas antes del cierre oficial de la campaña electoral el 31 de enero, las últimas encuestas publicadas mostraban aún mayores ventajas para Bukele. Según la encuesta de la UFG, su nivel de apoyo había aumentado a aproximadamente el 70%, una cifra similar a la proporcionada por los sondeos de la Universidad Centroamericana (UCA) y de CID-Gallup.
En la Asamblea Legislativa, con el número de escaños reducido a 60, Nuevas Ideas necesita asegurar 41 puestos para mantener la mayoría calificada que le permita continuar gobernando sin obstáculos, como ha venido haciendo desde que, en la elección legislativa anterior, Bukele obtuvo una supermayoría.
Todos los sondeos pronostican que el presidente alcanzará fácilmente esos números, y hasta las evaluaciones más optimistas para la oposición sugieren que el resto de los partidos obtendría entre 8 y 10 diputados.
Nayib Bukele, que apenas apareció en la campaña electoral hasta bien avanzado diciembre pasado, aspira a obtenerlo todo. En un mensaje difundido en sus redes sociales, el presidente instó a los salvadoreños a no dar ni un solo diputado a la oposición con el objetivo de, según él, profundizar la transformación del país en materia de seguridad.
La disminución en las cifras de crímenes violentos es el principal argumento político y electoral del presidente, quien ha afirmado que El Salvador se encamina a ser uno de los países más seguros del continente. Sin embargo, es imposible evaluar la magnitud de la reducción debido a que el gobierno ha clasificado como información reservada todas las estadísticas sobre crímenes.
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