Los rápidos cambios ambientales y climáticos han impactado directamente nuestra industria y comunidades. El agua, un recurso vital, presenta un desafío significativo para la agricultura. Por ello, en Cerro Prieto, entendemos la relevancia de nuestra responsabilidad en su gestión adecuada.
La interacción con el agua puede afectar su disponibilidad para agricultores y comunidades vecinas, alterar cuerpos de agua superficiales y subterráneos, y comprometer su calidad. Además, los cambios en los patrones de precipitación y disponibilidad de agua influyen en la producción agrícola, limitan la capacidad de riego y aumentan los costos operativos. Ante este delicado equilibrio, es esencial implementar prácticas sostenibles que optimicen el uso de este recurso tan valioso en la agricultura.
Desde el inicio de nuestras operaciones, en Cerro Prieto nos hemos comprometido con una agricultura sostenible, actuando en dimensiones de eficiencia económica, equidad social y conservación ambiental. Nuestra Contamos con certificaciones voluntarias que cumplen con estándares internacionales de desempeño ambiental sostenible se enfoca en reducir nuestra huella hídrica a lo largo de toda la cadena de valor y en fortalecer nuestra resiliencia ante las condiciones cambiantes del entorno.
En nuestros cultivos, utilizamos tecnología avanzada como la irrigación de precisión con sistemas de riego por goteo, sensores de humedad, mapas del suelo, imágenes multiespectrales del desarrollo de las plantas y datos meteorológicos precisos para optimizar significativamente el uso del recurso hídrico.
Hemos obtenido certificaciones voluntarias que garantizan nuestro cumplimiento con los más altos estándares internacionales de sostenibilidad ambiental. Además, implementamos proyectos para reducir nuestra huella hídrica y crear valor compartido, en el marco del Certificado Azul de la Autoridad Nacional del Agua (ANA).
Durante nuestras actividades de cultivo, selección y empaque de arándanos, espárragos y paltas, generamos diversos tipos de efluentes, tanto domésticos como industriales. Es primordial recuperar estos volúmenes mediante reciclaje y tratamiento. Por ello, construimos una Planta de Tratamiento de Aguas Residuales Domésticas (PTARD) y una Planta de Tratamiento de Aguas Residuales Industriales (PTARI), que tratan los efluentes para su reutilización en el riego de zonas paisajísticas, contribuyendo a la reducción de nuestra huella hídrica.
Fomentamos la colaboración con organizaciones de usuarios, agricultores y comunidades a través de mesas de trabajo y alianzas para desarrollar estrategias que mejoren la gobernanza del agua en el valle. Para mitigar los riesgos en nuestras áreas de influencia directa, promovemos acciones sostenibles con los agricultores locales, como capacitaciones en Gestión del Recurso Hídrico a través del “Programa Misti Yacu”, el programa de “Secas Intermitentes” para cultivos de arroz, el programa de “Obras Hidráulicas” para mejorar la distribución y manejo de los comités de riego, y “Talleres Escolares” enfocados en el cuidado y la importancia del agua.
Estos componentes aseguran que nuestras operaciones sean eficientes, así como social y ambientalmente responsables, contribuyendo significativamente al cumplimiento de nuestros compromisos con la gestión sostenible del agua.
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