Hoy realizan marcha contra cumbre y azuzan el sur peruano
Izquierdistas peruanos desarrollan reunión paralela en medio de rumores de llegada de Nicolás Maduro a Ciudad Imperial
“No voy a ir a la Cumbre de las Américas en Lima. Voy a quedarme en Venezuela los días 13 y 14 de abril”. Con estas palabras, Nicolás Maduro confirmó el martes último que no estaría presente a la cita internacional a realizarse este viernes y sábado en nuestra capital, pero no habría dicho toda la verdad.
Sin embargo, información recogida por LA RAZÓN da cuenta que el presidente venezolano no descarta llegar a nuestro país, pero no a Lima, sino al Cusco, ciudad que ya lo esperaría con los brazos abiertos, y donde incluso ya se observan carteles referidos a esta sorpresiva visita en diferentes calles.
Pero, ¿cuál es su objetivo? Fuentes del entorno de Torre Tagle –que ya habría enviado emisarios y observadores a la Ciudad Imperial para confirmar esta información– indicaron que lo que el dictador chavista busca es agitar el sur del Perú, con apoyo de Verónika Mendoza, Gregorio Santos, Manuel Dammert y otros políticos de la izquierda peruana.
Además, se prevé la participación de Maduro, vía videoconferencia, en la llamada “Cumbre de los Pueblos”, que se realiza desde el último martes 10 de abril en el Perú, donde dará un mensaje de defensa del socialismo y rechazo a lo que llaman el “imperialismo yanqui”.
Por ello, hoy también se ha organizado en Lima una gran marcha para protestar contra las políticas injerencistas de los Estados Unidos, contra el neoliberalismo, a favor de la integración y la unidad latinoamericana.
La movilización también exigirá la retirada de las 24 bases militares extranjeras que funcionan en Perú y la libertad del exmandatario de Brasil Luiz Inácio Lula da Silva, “quien ha sufrido la obstinada persecución política de la derecha brasileña”.
LOS OPERADORES
De otro lado, información oficial ya da cuenta de la llegada a nuestro país de dirigentes del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), varios de los cuales tienen la misión de allanar el terreno para una fructífera llegada de Maduro, ahora que se sabe que el Gobierno del Perú le retiró la seguridad al mandamás venezolano, al no estar invitado a la Cumbre de las Américas.
Los registros dan cuenta que el último lunes 09 de abril arribaron a Lima –en el vuelo chárter N° 6500 procedente de Caracas– un total de 72 dirigentes chavistas y del PSUV, sumándose decenas más en estos días en los que se desarrolla la llamada “Cumbre de los Pueblos”.
Estos 72 venezolanos se encontraban el martes 10 de abril en el Auditorio de la Derrama Magisterial. “Venimos a exigir respeto a nuestro país y el cese del bloqueo y las sanciones”, dijo Jacobo Torres de León, coordinador nacional de la Central Bolivariana Socialista de Trabajadores de Venezuela y miembro de la Asamblea Nacional Constituyente.
Anahí Arismendi, del Frente Bicentenario de Mujeres 200, quien participará como vocera de los movimientos sociales venezolanos, aseguró que esta nutrida delegación defenderá la soberanía de Venezuela, la Revolución Bolivariana, el amor y compromiso con la integración, y a Nicolás Maduro.
Pero Maduro no llegaría solo al Cusco. Según supimos, el mandatario boliviano, Evo Morales, también estaría hoy en esta histórica ciudad inca, desde donde ambos harán un llamado contra el imperialismo y en favor del socialismo en la región, además de la defensa de Luiz Inácio Lula da Silva.
Hoy jueves 12 de abril, se desarrollará una movilización en Lima para exigir la dimisión del régimen de Nicolás Maduro y solicitar Injerencia Humanitaria para Venezuela. “¡La ruta es la dimisión!”, afirman colectivos que rechazan el régimen chavista.
A la cárcel
La exfiscal general de Venezuela en el exilio, Luisa Ortega Díaz, sostuvo ayer que Nicolás Maduro tiene el tiempo tasado para ir a la cárcel. “Es el próximo después de Lula”, dijo desde su refugio en Bogotá, Colombia.
Ortega además pidió al Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) en el exilio el procesamiento de Maduro por corrupción y blanqueo de capitales.
Cabe recordar que Lula da Silva puso la empresa Odebrecht para que pagara 35 millones de dólares para la campaña de Hugo Chávez. Parte de ese dinero lo recibió Nicolás Maduro en efectivo. Luego, cuando fue candidato en el 2013, pidió para su campaña 50 millones de dólares, pero la empresa acordó darle solo 35 millones.
