Analistas advierten sobre probables efectos contrarios en China con respecto a los nuevos confinamientos por parte del Gobierno.
La economía de China, la segunda potencia de todo el mundo, creció un 4,8% interanual en el primer trimestre de 2022, por arriba de lo anhelado, aunque los efectos de la peor ola de coronavirus a partir del principio de la enfermedad pandémica y de la guerra en Ucrania amenazan con dejarse sentir en los siguientes meses.
Los analistas habían calculado que en los 3 primeros meses del año la extensión interanual del Producto Interno Bruto rondaría el 4,3% interanual. Con respecto al trimestre anterior, la economía incrementó un 1,3%, según los datos que dio a conocer este lunes la Oficina Nacional de Estadísticas (ONE), ante las previsiones de los profesionales de un 0,6%. El régimen chino se ha fijado un objetivo de incremento para 2022 “en torno al 5,5%”, el más bajo en 3 décadas.
Los datos oficiales llegan una vez que Shanghái, la ciudad más importante financiera de la segunda economía mundial y hogar de 26 millones de individuos, está a partir de finales de marzo bajo un preciso confinamiento que ha creado un profundo descontento social. Otras gigantes metrópolis, a partir de Tianjin y Jilin en el norte a Shenzhen —el enorme núcleo tecnológico de China—, además estuvieron recluidas de forma temporal a lo largo del trimestre gracias a brotes de coronavirus.
El impacto de dichos cierres ha comenzado a dejarse percibir en los resultados de marzo, y los analistas advierten que podría hacerse todavía más patente en los meses venideros. El mes pasado, las ventas al por menor cayeron un 3,5%, por arriba del 1,6% que calculaban los analistas. En el primer mes del año y febrero —ambos meses se calculan ligados gracias a las festividades del año nuevo lunar en aquellas fechas—, sin embargo, habían subido un 6,7%. Por su lado, la producción industrial creció un 5% interanual en marzo, frente al incremento de un 7,5% registrado en ambos primeros meses del año.