A la altura del hotel Sheratón, en el Cercado de Lima
Ayer inició el cierre total del acceso subterráneo a la Vía Expresa en la dirección norte-sur, en el tramo ubicado antes de la Plaza Grau, en el Cercado de Lima. La medida, adoptada para avanzar en la construcción de la Estación Central (E-13) de la Línea 2 del Metro de Lima y Callao, se extenderá durante 30 días.
El cierre de la Vía Expresa generó malestar entre los conductores debido a la congestión vehicular que ha complicado el tránsito desde las primeras horas del día.
Según informó Metro de Lima y Callao, los trabajos buscan conectar la nueva estación con el sistema del COSAC (Metropolitano), clave en el proyecto de transporte integrado de la capital. Como resultado, el acceso subterráneo a la Vía Expresa ha sido bloqueado, y las autoridades han dispuesto rutas alternas.
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El cierre, que se mantendrá hasta el próximo 5 de febrero, afecta una de las vías principales utilizadas por los limeños para movilizarse hacia el sur de la ciudad. Ahora, el ingreso a la Vía Expresa debe realizarse a través de la rampa ubicada inmediatamente después de la Plaza Grau, lo que ya viene generando serios atascos en las calles aledañas.
Numerosos conductores que dependen de este corredor expresaron su descontento por los retrasos y por la falta de información anticipada sobre las medidas.
Para quienes transiten por la zona, el plan de desvío vehicular establece que los usuarios deberán acceder a la Vía Expresa desde la rampa mencionada. Además, el área de intervención de las obras ha sido señalizada en el mapa publicado por Metro de Lima, el cual detalla los puntos críticos y las rutas sugeridas.
El cierre del acceso subterráneo a la Vía Expresa se enmarca en el ambicioso proyecto de construcción de la Línea 2 del Metro de Lima y Callao, que será el primer sistema de metro subterráneo del Perú. Este proyecto, que forma parte de una estrategia para transformar el transporte urbano en la capital, cuenta con 27 estaciones que conectarán Ate con el Callao, cubriendo la distancia en solo 45 minutos, un tiempo significativamente menor en comparación con las casi tres horas que toma el transporte tradicional.