La Cámara de Comercio de Lima (CCL) señaló que cerca 135 mil negocios cerraron en los últimos dos años.
Debido a la pandemia por el Covid-19, aproximadamente 135 mil micro y pequeñas empresas (mypes) cerraron. Esta finalización en las actividades de los negocios perjudicó a los peruanos que dependían de estos trabajos, según advirtió la Cámara de Comercio de Lima (CCL).
Tan solo durante el primer año de confinamiento, se registró que 48 mil negocios cerraron sus puertas al público de forma definitiva. Pero esto no quedaría ahí, pues hasta el 2021 el cierre de negocios continuó aumentando y perjudicando a más trabajadores.
Con respecto a este problema, Rodolfo Ojeda, presidente del Gremio de la Pequeña Empresa (COPE) de la CCL, detalló cuáles fueron las causas de estos cierres de negocios. Él explica que este problema no solo se debe a la crisis sanitario que vivimos, sino también a las irregularidades que hay en nuestro Gobierno. Si bien es cierto, la pandemia nos debilitó en diferentes aspectos, la inestabilidad y crisis política agravaron más la situación. «Toca sobrellevar las desafortunadas decisiones del gobierno que solo acentúan una crisis política e inestabilidad», mencionó Ojeda.
Por otro lado, las consecuencias que trajo este cierre de negocios es que alrededor de 540 mil peruanos quedaron desempleados en los últimos dos años. En suma, la informalidad muestra cifras de crecimiento, lo cual vuelve a perjudicar nuestro mercado laboral.
A pesar de que si se observa un aumento, el representante de la CCL comentó que ello se explica por la estrategia de las mypes de reinventarse. Es decir, debido a esta situación, cambian el rubro de negocio.
“Por cada mype se crean cuatro puestos de trabajo. Pero para que estén vigentes y operativas fue necesario hacer este cambio en el rubro. Donde muchas de ellas redireccionaron sus negocios hacia actividades esenciales relacionadas al rubro de alimentos, salud, etc.”, señaló.
Por último, indicó que la informalidad en las mypes a la fecha superó el nivel prepandemia, pues se elevó de 70% a 85% en medio de la desaceleración económica.