Trabajos en la infraestructura vial limitarán el tránsito nocturno durante un mes desde el 28 de noviembre.
La concesionaria Lima Expresa, en coordinación con Emape y la Municipalidad de Lima, ha tomado esta medida como respuesta al deterioro estructural causado por reiterados impactos de vehículos de carga alta.
El cierre se realizará entre las 11:00 p. m. y las 5:00 a. m., restringiendo el tránsito a un solo carril en ambas direcciones. Este ajuste, que se extenderá por aproximadamente un mes, tiene como objetivo reforzar la seguridad en esta transitada vía y prevenir posibles colapsos. Autoridades y expertos coinciden en que la antigüedad del puente, de más de seis décadas, sumada a los constantes choques, ha agravado los riesgos para conductores y peatones.
Un puente en peligro constante
El puente Ricardo Palma, ubicado cerca de la avenida Abancay y la zona de Acho, se ha convertido en un punto crítico debido a los recurrentes accidentes. En noviembre, se reportaron cinco impactos de vehículos de gran tamaño en menos de un mes, siendo el último incidente un choque que generó largas congestiones vehiculares.
El principal problema radica en el exceso de altura de los camiones que transitan por la zona. Aunque el puente cuenta con una altura máxima de 4,40 metros, muchos vehículos superan este límite, infringiendo las normativas del Ministerio de Transportes y Comunicaciones. Este problema también afecta otras estructuras cercanas, como el puente de Acho, incrementando la preocupación entre conductores y vecinos.
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Medidas preventivas y recomendaciones
Lima Expresa ha subrayado que, aunque el puente Ricardo Palma no es parte de los activos de su concesión, su intervención preventiva responde a la solicitud de Emape para salvaguardar la seguridad de los usuarios. Además, las autoridades han instado a los conductores a planificar sus rutas y respetar las señalizaciones de altura para evitar futuros accidentes.
La comunidad y las autoridades locales han demandado controles más estrictos sobre el transporte de carga pesada y medidas permanentes para reducir los riesgos en la zona. Mientras tanto, el desmontaje del puente representa un esfuerzo por atender una problemática que, de no solucionarse, podría derivar en consecuencias más graves para la ciudad.