Se convirtió en primera mujer presidente en la historia de su país
Claudia Sheinbaum fue elegida Presidente de México tras vencer a los candidatos Xóchitl Gálvez Ruíz y Álvarez Máynez. Será la primera mujer de la historia de México que ocupe el Palacio Nacional, y el próximo 1 de octubre sucederá a Andrés Manuel López Obrador (AMLO).
Según el INE, logró un 60.7% de los votos, muy por delante de su rival Xóchitl Gálvez, que obtuvo el 28.6%.
La presidenta electa de México estaba en su bunker de campaña cuando el anuncio oficial confirmó que su sueño político y personal se había cumplido. Sheinbaum consolida así un proyecto de poder de izquierda en México que inició AMLO con su propia presidencia en 2018.
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Los votos obtenidos implican una instrucción popular a Sheinbaum que se vincula al combate contra la violencia protagonizada por los cárteles de la droga, la mejora de la economía que sufre déficit fiscal y baja inversión directa extranjera; la necesidad de resolver la crisis causada por la migración indocumentada y la decisión política de remozar los vínculos bilaterales con Estados Unidos.
La violencia criminal marcó una tendencia in crescendo durante toda la campaña electoral. Y la suma de tropas de la Guardia Nacional, Ejército y Marina -más de 259.000 efectivos- no sirvió para frenar una ola de ataques y atentados que atravesó a todo México.
Es decir: la sociedad se militarizó, y los resultados de prevención fueron escasos.
La presidente electa tiene agenda de Gobierno y hoja de ruta para tratar de cumplir el mandato popular que recibió desde las urnas. Es una exigencia de la sociedad mexicana que sufre las consecuencias de la violencia y de la situación económica, tras una administración nacional que lideró AMLO y que Sheinbaum compartió desde la ideología y la acción partidaria.
Hay un interrogante que puede perseguir como una sombra a la futura presidenta, y que sólo ella puede exorcizar en un instante.