Exrector dijo que no cumplió la ley porque no había plata, pero sí le alcanzó para millonarias inversiones
Los representantes de los estudiantes y egresados de la Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP) confirmaron los malos tratos del personal de la oficina de Asistencia Social cuando solicitaban un reclasificación económica.
“Los testimonios de los alumnos son ciertos. Se hizo una recopilación, hay casos específicos de cómo fueron tratados”, manifestó Sebastián Pepper, del tercio estudiantil de Estudios Generales y Letras.
El estudiante señaló que “en la escala donde nos colocan, no necesariamente va acorde con lo que podemos pagar”.
Teresa Laguna, representante de los egresados, señaló que la renuncia no oficializada del rector era algo que se esperaba, pero hasta ahora no hay información oficial.
La deuda a los alumnos que pagaron sumas ilegales por retraso de sus pensiones, asciende según los universitarios a 32 millones de soles, aunque la Defensoría calcula en 40 millones la cantidad que la universidad debe devolver a sus alumnos.
Asimismo, los alumnos rechazaron que la universidad haya ingresado a una situación de déficit, como dijo el rector Marcial Rubio, pues “las cifras siempre han estado en azul”.
Gabriel Arrunátegi, representante de egresados, dijo además que la semana entrante no solo continuarán denunciando irregularidades de término administrativo, sino casos de acoso y hostigamiento sexual de parte de docentes y autoridades de la PUCP sobre sus alumnos.
Marcial Rubio —rector de la PUCP desde el 2009— argumentó que la universidad no adaptó su política de moras a lo que exigía la ley en el 2012 porque no tenía dinero debido a su conflicto legal con el Arzobispado de Lima.
“La universidad, frente a la posibilidad de no pagar la planilla, se vio en la imposibilidad de cumplir la ley y siguió aplicando la multa de medio crédito por la mora en el pago. (…) Yo como rector, no podía condenar a la universidad a cerrar”, dijo.
Estuvieron así hasta diciembre del 2016. Eso quiere decir que durante cuatro años la universidad “vivió de la plata que cobró”.
Sin embargo, Carlos Fosca, exvicerrector administrativo, anunció en mayo del 2013 que se alistaba una inversión de S/160 millones para nueva infraestructura.
Fue entonces que la PUCP construyó nuevos edificios. Ese proyecto, además, fue manejado por Sasaki, un estudio de arquitectos gringo —de larga trayectoria— que definitivamente no se ve barato. Basta con leer todo el proceso detrás del proyecto: encuestas, estudios, visitas, análisis de datos, recopilación de información sobre cómo opera la PUCP, etc.
En entrevista con Gestión en el 2013, Carlos Fosca anunció también otra inversión por US$50 millones para Plaza San Miguel (a ejecutarse en un plazo de 5 años) y declaró: “El conflicto con el Arzobispado de Lima no es un obstáculo para realizar desembolsos. El 80% de ellos han sido hechos con recursos propios hasta ahora”.
Otro detalle: entre el 2011 y el 2014, la PUCP invirtió S/30.5 millones en distintos edificios dentro de su campus (Tinkuy, laboratorios, ampliación de facultades y de la Biblioteca Central).
Renuncia Pepi Patrón
Pepi Patrón Costa, quien se desempeña como vicerrectora de Investigación de la Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP), presentó su renuncia al cargo en medio de la crisis por los cobros indebidos a estudiantes.
A través de un comunicado, la doctora en Filosofía se disculpó con la comunidad universitaria y aclaró que no estuvo informada de los hechos. El rector Marcial Rubio, quien también renunció a su cargo, reconoció hace unos días que la PUCP, durante su administración, infringió la ley al cobrar moras excesivas a los alumnos que se retrasaban en sus pagos.
“Considero que es injustificable infringir la ley bajo ninguna circunstancia. Como Vicerrectora de Investigación de esta institución es mi deber velar por ellos. Lamento no haber estado al tanto de esta situación oportunamente. Yo no estaba informada de los hechos que se han descrito estos días. Repito para que quede claro: no he estado informada de los hechos descritos y ello ha sido dicho públicamente. Estaré muy agradecida si se deja de acusarme injustamente”, afirmó.
Tras renunciar al cargo, agradeció a quienes confiaron en ella y destacó que fue primera mujer que ha conformado el equipo rectoral en la historia de la PUCP. Además, señaló que comienza una etapa de replanteamiento en la que se debe reforzar la transparencia y el diálogo abierto y horizontal.
La carta de renuncia ha sido enviada a los miembros de la Asamblea Universitaria.