En el lugar que ocupa la edificación, en el sector de El Poblado, se construirá un parque en memoria de las víctimas del narcoterrorismo
El edificio Mónaco, símbolo del poder y la ostentación del narcotraficante Pablo Escobar, y situado en uno de los barrios acomodados de Medellín, será demolido este viernes, veinticinco años después la muerte del capo, para cerrar un capítulo doloroso de esta ciudad colombiana.
Decenas de expertos trabajan desde hace días en los preparativos para la implosión del edificio de ocho plantas que fue residencia de Escobar y su familia y que desde su muerte, el 2 de noviembre de 1993, atrae a turistas a los llamados «narcotours».
En el lugar que ocupa la edificación, en el sector de El Poblado, se construirá un parque en memoria de las víctimas del narcoterrorismo con el que Escobar intentó someter a la sociedad y el Estado colombiano en los años 80 y 90 del siglo pasado.
El funcionario, responsable del proyecto de demolición del Mónaco, precisó que el propósito es empezar a contar la historia desde «el lado correcto» a partir de la caída del «símbolo de los victimarios y de la ilegalidad».