El costo de los créditos en el Perú para el ciudadano promedio se ve afectado.
El viernes pasado, la agencia calificadora Standard & Poor’s Global Ratings (S&P) disminuyó la calificación de peligro soberano del Perú y este quedó a 2 pasos de perder su nivel de inversión, aquella categoría que hace al territorio llamativo para el ingreso de capitales y que le posibilita al Estado y al sistema financiero poder endeudarse con bajas tasas de interés.
¿Qué impacto puede tener la actual rebaja en los peruanos?
Una vez que S&P hizo su anuncio, el viernes 18 de marzo, abandonó al Perú con la segunda calificación más baja del nivel de inversión. Cabe resaltar que permanecer fuera de esa categoría mostraría al Perú como un territorio con una capacidad poco fiable de llevar a cabo con sus obligaciones financieras. Los componentes que provocaron la elección de la calificadora, son, por un lado, el estancamiento político, que, conforme con la agencia, perjudica las perspectivas de incremento y la confianza de los inversionistas, y por otro, la dependencia de la nación del financiamiento externo en los años 2020 y 2021, y los masivos retiros de los fondos de pensiones.
Para S&P, tanto los retiros de AFP como la dependencia del financiamiento “afectaron la estructura de la deuda de Perú”, llevando a un “perfil de deuda en la actualidad más vulnerable”. El primer impacto de la nueva calificación soberana se sintió tan solo 3 días luego, una vez que el lunes 21 de marzo, a raíz de la rebaja previa, S&P disminuyó en un peldaño la calificación de 7 entidades financieras: 5 bancos, la Corporación Financiera de Desarrollo (Cofide) y el Fondo Mivivienda.
Los bancos fueron BCP, MiBanco, Scotiabank, BBVA e Interbank. No obstante, la agencia precisó que el punto de vista para cada una de las entidades era estable. Y referente a los holdings, mantuvo las calificaciones para Credicorp e Intercorp Financial Services en BBB y BBB, respectivamente.
Si bien estas presente noticias de “rebajas de calificación” tienen la posibilidad de lucir lejanas para el habitante promedio, la verdad es que puede influir tanto sus bolsillos como lo realizaría el crecimiento de las tasas de interés de un crédito de consumo, un crédito vehicular o inclusive un préstamo para promover ese comercio que se poseía en planes. Aquello, sin nombrar el impacto a mediano plazo en la inversión y el trabajo.
Para los analistas, la elección del Banco Central de Reserva (BCR) de endurecer la política monetaria e incrementar su tasa de interés de alusión – que es una medida para encarecer el crédito y mitigar la inflación– son un elemento que al lado de la rebaja de la calificación a los bancos podría hacer que para estas últimas entidades sea más caro entrar a financiamiento.
