Los habitantes de las poblaciones aledañas y quienes viven en Cañete comenzaron a utilizar el agua que emana de las alturas.
Más de 150 familias en la comunidad campesina de Laraos, trabajan para conservar los bofedales de las fuentes naturales de agua de la parte alta de la cuenca del río Cañete, en la provincia de Yauyos, ubicada en la zona sur del departamento de Lima.
Los humedales de Laraos, es una comunidad de asentada a 3563 m.s.n.m. que está ubicada en el distrito del mismo nombre y es conocida como una represa natural de agua por la presencia de bofedales altoandinos, rodeados de cerros moldeados por un sistema impresionante de andenería, que a lo lejos parecen inmensos escalones y que conforman un hermoso paisaje verdosos.
Sin embargo, estuvo en peligro algunos años, porque en la cabecera de la laguna de Punchaucocha, tributario del río Cañete, hubo un descontrolado pastoreo de ganado esto provocó que se degradaran 85 hectáreas de humedales y la reducción de cobertura vegetal.
Asimismo, los comuneros al darse cuenta que esto estaba ocurriendo, propusieron alternativas para evitar que el ecosistema se deteriorara y siguiera generando consecuencias negativas para ellos, es por eso que los habitantes de las poblaciones aledañas y quienes viven en Cañete comenzaron a utilizar el agua que emana de las alturas.
Por ello, el primer paso para controlar esta crítica situación fue la unión de las comunidades quienes conjuntamente con el Proyecto Merese–FIDA del Ministerio de la Ambiente (Minam), tomaron acciones de conservación a través de la instalación de cercos de protección alrededor de los humedales de esta manera poder garantizar la recuperación e incremento de las áreas húmedas.
“Tuvimos talleres y capacitaciones, de modo que ello nos inspiró a llevar el manejo adecuado de bofedales, pastizales y de árboles nativos. Algunas comunidades optaron por árboles nativos y algunas por pastizales, pero en Laraos optamos por los bofedales”, sostuvo Abel Huamán, expresidente de la Comunidad Campesina de Laraos.
Del mismo modo, crearon otra de las acciones de recuperación de los humedales en ese lugar fue la siembra de gramíneas en ocho hectáreas, así como la construcción de canales internos para ampliar el restablecimiento de los humedales y el caudal hídrico.
“Los bofedales permiten la conservación del agua. En la época de invierno, entre enero y abril, por efecto de las lluvias, los bofedales se llenan como lagunitas y se hacen zanjas de infiltración. En mayo todavía hay agua, pero desde junio hasta setiembre escasea hasta que regresen las lluvias. Nos hemos dado cuenta de que durante todo ese tiempo aún podemos tener agua en esas zanjas de infiltración que se hacen en los humedales y bofedales”, afirmó Zulma Recuay, presidenta de la Comunidad de Laraos.
Finalmente, en varios distritos de intervención directa 1,510 familias fueron beneficiadas gracias al Proyecto Merese-FIDA del Minam por el servicio ecosistémico hídrico en los ámbitos de las cuencas Cañete y Jequetepeque, que fue reconocida como Buena Práctica en Gestión Pública 2020. Además, el desembolso se realizó a inicios de 2018 y desde ese momento hasta la fecha, se han financiado 37 subproyectos en las cuencas de Cañete y Jequetepeque.