Uno de los ex concejales de distrito absueltos, expresó su solidaridad con los demás acusados al salir del tribunal
En un juicio histórico en Hong Kong, una corte declaró este jueves a 14 personas culpables de conspiración, marcando el mayor proceso contra activistas prodemocracia desde que China impuso una estricta ley de seguridad nacional en la ciudad semiautónoma en 2020. Esta ley fue una respuesta directa a las grandes y a veces violentas protestas prodemocracia que paralizaron este importante centro financiero en 2019.
Los 14 acusados, junto con otros 31 que se habían declarado previamente culpables, enfrentan potenciales penas de cadena perpetua. Las sentencias se darán a conocer más adelante este año. La ley de seguridad nacional, impuesta por el gobierno central en Pekín, permite que las autoridades acusen a individuos de «conspiración para la subversión» si sus actividades se perciben como una amenaza para el gobierno. En este caso, las autoridades señalaron a 47 figuras de diversas tendencias políticas de la oposición, acusándolas de intentar derrocar al gobierno.
De los 47 acusados, 31 se declararon culpables con la esperanza de recibir sentencias más indulgentes. El veredicto para los otros 16, incluyendo activistas, ex legisladores y ex concejales de distrito, se dio a conocer este jueves. Solo dos ex concejales de distrito fueron absueltos.
El juez Andrew Chan, al inicio de la audiencia, nombró a los 14 acusados que fueron declarados culpables. Según un resumen del veredicto publicado por la corte, los jueces concluyeron que estos individuos habían conspirado para minar «el poder y la autoridad del gobierno y el jefe ejecutivo» de Hong Kong, argumentando que sus acciones podrían haber causado una crisis constitucional en la ciudad.
La mayoría de los acusados ha estado detenida desde marzo de 2021, cuando fueron presentados por primera vez ante la justicia. El juicio se llevó a cabo sin jurado, a cargo de un trío de jueces seleccionados por el líder del gobierno semiautónomo de Hong Kong.
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Uno de los ex concejales de distrito absueltos, Lawrence Lau, expresó su solidaridad con los demás acusados al salir del tribunal: «Espero que todo el mundo mantenga su preocupación por nuestros amigos en el caso», dijo.
La fiscalía argumentó que los 47 acusados conspiraron para subvertir el poder al organizar unas elecciones primarias no oficiales con el objetivo de obtener una mayoría en el órgano legislativo de la ciudad. De haberlo logrado, habrían podido vetar el presupuesto del gobierno y forzar al jefe del ejecutivo a aceptar las demandas clave de los manifestantes de 2019.
Por su parte, la defensa sostuvo que la miniconstitución de Hong Kong contempla mecanismos para llevar a cabo este plan y que el caso era «puramente político, en vez de un asunto legal». Frente al tribunal, Kathy, una de las 610,000 personas que participó en esas primarias no oficiales en 2020, declaró que los acusados «nunca cometieron ningún crimen».
El juicio ha captado la atención de la comunidad internacional. Representantes diplomáticos de Francia, Italia y la Unión Europea estuvieron presentes en la audiencia del jueves. Estados Unidos y otros países occidentales han criticado a China por reprimir el movimiento prodemocracia y recortar las libertades prometidas cuando Hong Kong fue devuelto a China en 1997.
Hasta la fecha, 114 activistas han sido declarados culpables de crímenes vinculados con la ley de seguridad nacional impuesta en 2020. Este juicio es un claro mensaje del endurecimiento de Pekín contra la disidencia en Hong Kong, y ha generado preocupación a nivel mundial sobre el futuro de las libertades en la ciudad.
