Embajador Romanchenko destaca cooperación multifacética
Por: Ricardo Sánchez Serra
“Rusia y el Perú, países con una historia milenaria, están unidos por buenas tradiciones de amistad y cooperación mutuamente ventajosa, sentimientos de simpatía y solidaridad entre nuestros pueblos que pasaron la prueba del tiempo. Esta es la base constructiva sobre la cual estamos dispuestos a continuar desarrollando la cooperación multifacética en todo el abanico de relaciones bilaterales con el Perú”, señaló el embajador de la Federación Rusa, Igor Romanchenko, en la conferencia que ofreció, titulada “Historia de las relaciones entre Rusia y Perú” con motivo del 55 aniversario del establecimiento de relaciones bilaterales a nivel de embajadas, que se desarrolló en el Instituto Raúl Porras Barrenechea, de la Universidad de San Marcos.
“Hoy celebramos una fecha significativa para ambas partes en la historia de las relaciones ruso-peruanas: quincuagésimo quinto aniversario del establecimiento de relaciones diplomáticas entre Rusia y Perú a nivel de embajadas. Es importante que hemos organizado este evento conjuntamente, ya que el establecimiento de las relaciones fue una decisión mutua y su relevancia para ambas partes es igual, por lo que contribuye en la misma medida al desarrollo tanto de Rusia como del Perú y al fortalecimiento de sus posiciones en la región y en el mundo”, manifestó.
Agradeció al embajador Luis Mendívil, director ejecutivo del Instituto Porras Barrenechea, por la gentileza de proporcionarles el auditorio y su apoyo en la organización del evento, un gesto que apreció mucho.
El embajador Mendívil, previamente, hizo uso de la palabra destacando la importancia de las relaciones con el país euroasiático y contando hechos poco conocidos. Dio la bienvenida a los asistentes, entre quienes se encontraban funcionarios de la Cancillería, así como diplomáticos árabes, asiáticos y latinoamericanos, entre otras personalidades del acontecer político, cultural y académico.
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PAZ Y AMISTAD PERPETUAS
El embajador Romanchenko detalló que “desde el principio, nuestros vínculos se basaban en la simpatía mutua entre los dos pueblos, el interés en la cooperación práctica, en la cultura de cada uno, independientemente de la coyuntura, ideología o perturbaciones internacionales e internas. Así, los primeros contactos ruso-peruanos tuvieron lugar gracias al interés de los rusos por los productos peruanos: el salitre y el guano. Las autoridades peruanas acogieron cordialmente a las tripulaciones de los barcos rusos que hicieron una parada en el puerto del Callao en 1815 y en 1818, y fueron recibidas por el propio virrey. A los marinos rusos se les entregó una colección de antigüedades como obsequio al emperador Alejandro I y también se llevaron a Rusia muestras de productos peruanos”.
Puntualizó, asimismo, que “el inicio de las relaciones diplomáticas se dio mediante el canje de notas entre el presidente del Perú Miguel de San Román y el emperador de Rusia Alejandro II en 1862-1863. En 1874 fue firmado el primer documento oficial: el Tratado de Comercio y Navegación. Este estableció el principio fundamental de nuestras relaciones bilaterales: “Habrá paz y amistad perpetuas entre el Imperio Ruso y la República del Perú y entre los ciudadanos de ambos Estados». Se abrió un consulado de Rusia en Lima y se establecieron consulados peruanos en 6 ciudades del Imperio Ruso”.
“Incluso -agregó- cuando después de la Revolución de Octubre de 1917 las relaciones oficiales se frenaron, las contactos humanos seguían intensificándose. El Perú se hizo uno de los destinos que atraían a migrantes rusos, continuaban los intercambios entre científicos y personalidades de cultura de ambos países”, mencionando al etnoornitólogo Eugenio Yacovleff quien se convirtió en pionero en los estudios de la iconografía Nasca; en 1929 un grupo de cerca de 100 cosacos llegaron añ Perú, asentándose en territorios no poblados, el destacado químico ruso Alexander Moser fundó la Facultad de Química en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos.
ANTECEDENTES
El embajador ruso contó que visitaron Moscú el político Víctor Raúl Haya de la Torre y el poeta César Vallejo quien tras el viaje escribió un libro de reportajes “Rusia en 1931”.
Mencionó que durante la Segunda Guerra Mundial los peruanos recaudaban ayuda para el Ejército Rojo. Después de la Gran Victoria, los vínculos comenzaron a crecer a través de ligas parlamentarias de amistad, organizaciones sociales, de deportes y cultura.
“A raíz de esta simpatía mutua de la gente, las autoridades de los dos países tomaron una decisión oficial – el 1 de febrero de 1969 en el Ministerio de Relaciones Exteriores del Perú se llevó a cabo el intercambio de las notas sobre el establecimiento de relaciones a el nivel de embajadas. Y el 20 de junio, los Embajadores Javier Pérez de Cuellar y Yuriy Lébedev presentaron simultáneamente sus cartas credenciales en las capitales respectivas, lo cual marcó el comienzo de una nueva época en las relaciones bilaterales y dio lugar a un potente impulso de cooperación en todos los ámbitos. El mismo hecho de que destacados diplomáticos de la época fueran nombrados para el cargo de jefes de misiones dice mucho de la importancia que se concedía a este tema en nuestros países”, expresó.
En febrero de 1969, las partes firmaron el primer acuerdo comercial. La Unión Soviética se convirtió en el tercer socio más importante del Perú. Brindaron asistencia técnica y económica al Perú en la construcción de grandes proyectos de infraestructura. Se estableció ruta aérea directa entre Moscú y Lima y los suministros marítimos se realizaban regularmente por dos líneas: mar Báltico y mar Negro.
COOPERACIÓN
La cooperación técnico-militar ocupó un lugar emblemático en las relaciones bilaterales. Se suministraron aviones, helicópteros, tanques y otros equipos militares soviéticos que, por sus características técnicas, convenían perfectamente a las condiciones geográficas peruanas. Con la ayuda de la URSS se formaron más de 6000 especialistas militares peruanos.
“Si nuestra interacción se basara únicamente en pragmatismo, entonces su calidad y longevidad serían diferentes. Pero nuestros vínculos siempre han tenido el componente humanitario, el sincero deseo de amistad entre nuestros pueblos y la disposición para ayudar en tiempos difíciles. Más de 10 mil jóvenes peruanos recibieron formación profesional en la URSS y Rusia. Y en 1970, cuando ocurrió el devastador terremoto en Áncash, la URSS fue una de las primeras en brindar asistencia a gran escala al Perú”, expuso, enumerando del mismo modo los numerosos contactos oficiales y la importante Declaración Conjunta de los Presidentes de la Asociación Estratégica de 2015, entre muchos otros ítems.