SERGIO TAPIA T.
Una de las excrecencias de la ideología marxista es la “ideología de género”, cuyas raíces pueden encontrarse en el libro “Origen de la Familia, la Propiedad y el Estado”, publicado en 1884 por Federico Engels (el socio inversionista de Carlos Marx). Libraco desmentido por la metafísica, la historia, la antropología, la sociología, la economía y el sentido común.
La “ideología de género” desacierta al clasificar la persona humana en géneros, negando su constitución de seres sexuados anatómica y psicológicamente.
El Perú vive el asedio de una confrontación cultural expresada por la anticoncepción, la manipulación de embriones (seres humanos vivos) y la destrucción de la familia mediante la feroz demolición del matrimonio. Todas impulsadas por el feminismo febril revolucionario, la Escuela de Frankfurt (que migró y fructificó en Estados Unidos, reexportándose a Europa) y el gramscismo rigurosamente aplicado luego del derrumbe de los regímenes marxistas mundialmente dominantes durante un lapso del siglo XX. El gramscismo bastardeó los derechos humanos e infiltró a sus organismos internacionales y nacionales.
En este escenario, a inicios de junio del 2016, Saavedra el Ministro de Educación de Ollanta Humala, aprobó un nuevo currículo para la educación básica nacional, para imponer la ideología de género en todas las escuelas públicas y privadas. Terminó el régimen de Humala, y Saavedra fue el único ministro ratificado para continuar con el cambio de gobierno presidido por PPK, lo que significó la continuidad de las graves consecuencias de producidas por la subversión moral en la educación escolar. Saavedra fue reemplazado por la ministra Martens, miembro del núcleo duro del cuadro ideologizado que detenta por años la dirección de la educación peruana.
La ciudadanía resistió la subversión moral de la educación escolar, mediante marchas y protestas que se consolidaron bajo el lema “Con Mis Hijos No te Metas”, un colectivo de apoteósicas concentraciones en Lima, y presencia activa en todas las regiones del país, liderado por un joven padre de familia: Christian Rosas.
Paralelamente, los padres de familia identificados con el colectivo “Padres en Acción Perú”, asumieron el frente jurídico, demandando judicialmente la inconstitucionalidad e ilegalidad del nuevo currículo educativo, con una excelente fundamentación elaborada por el abogado Justo Balmaceda).
La Sala Civil de Lima (en primera instancia), estimó en parte la demanda y dejó sin efecto toda mención al “enfoque de género”, concebido como uno de los ejes transversales educativos. El próximo 6 de marzo, la Sala de Derecho Constitucional y Social de la Corte Suprema ha programado la vista de la apelación interpuesta, porque los demandantes insisten que su demanda debe ser íntegramente estimada.
No nos sorprende que del lado contrario en este juicio, figure el procurador Luis Huerta, quien proviene de la usina caviar la Comisión Andina de Juristas fundada por Diego García Sayán. El Dr. Huerta es responsable del cambio de la sentencia del caso El Frontón del 2013, por cuatro miembros del actual Tribunal Constitucional (TC). De ser cierto que sobre el Dr. Huertas reposó la responsabilidad de concebir la defensa del Estado en la audiencia del pasado 2 de febrero ante la Corte Interamericana, significa que él habría estado en ambos lados del mostrador: produjo el problema para el Estado a través del TC a inicios del 2017, y luego produjo el problema contra el Estado mellando la independencia del Congreso a inicios del 2018.
Millones de Padres de Familia esperan el pronto inicio del año escolar 2018, y todos esperamos que la sabiduría y la prudencia jurídica asistan a la Corte Suprema, y emita resolución dejando sin efecto totalmente el nuevo currículo de educación.
Blog (colección artículos publicados en La Razón): https://sergiotapiatapia.blogspot.com/