La Junta Nacional de Justicia (JNJ) inició las acciones correspondientes en contra de dos funcionarios pertenecientes al Sistema de Justicia peruano que han sido salpicados en el entramado de actos delictivos perpetrados, presuntamente, por Patricia Benavides. Estos dos personajes serían el fiscal Uriel Terán, y el juez supremo Juan Carlos Checkley; ambos por inconductas funcionales en el marco del proceso que se sigue contra la jueza Enma Benavides, en el que se investigan acciones realizadas por la suspendida fiscal de la Nación para archivar las pesquisas contra su hermana.
El juez Juan Carlos Checkley fue el que ordenó la prisión preventiva de 36 meses para el golpista Pedro Castillo Terrones a pedido de Patricia Benavides, entonces Fiscal de la Nación.
Como se sabe, el pasado 7 de marzo, la jueza Luz Inés Tello de Ñecco presentó un informe ante el pleno de la JNJ en el que se comprendían una serie de recomendaciones producto de sus indagaciones en contra de la fiscal Patricia Benavides; las mismas que surgieron tras el inicio de un procedimiento disciplinario a raíz de los cambios de fiscales.
Según las recomendaciones a las que Tello de Ñecco llegó, las mismas que están comprendidas en su informe revelado las primeras semanas de marzo, se planteaba que en contra del fiscal Uriel Terán se establezca el inicio de un proceso disciplinario inmediato. Ello debido a que este fiscal se encontraba implicado en una serie de cambios perpetrados por Patricia Benavides para propiciar el archivamiento de la investigación penal contra su hermana Enma Benavides.
En el informe, Benavides es acusada de haber ubicado a Uriel Terán en reemplazo de la fiscal Bersabeth Revilla, con el único fin de solicitar el sobreseimiento de la investigación contra la jueza acusada de liberar a narcotraficantes a cambio de una serie de sobornos. Como consecuencia, contra este fiscal, la JNJ ha dispuesto el inicio de un proceso disciplinario inmediato en su contra.
Sobre Checkley, en cambio, se señalan una serie de imputaciones que tienen que ver con presuntas coordinaciones realizadas entre Patricia Benavides y Juan Carlos Checkley para demorar el caso de su hermana en fueros judiciales para así dictar el sobreseimiento. Si bien estos hechos no se llegaron a perpetrar, la recomendación de Tello de Ñecco gira en torno a las afirmaciones advertidas por un extrabajador de confianza de Benavides.