RICARDO SÁNCHEZ SERRA
Un gran ejemplo de lucha contra el terrorismo dio el flamante presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, al otorgar la extradición a Italia del peligroso subversivo Cesare Battisti, luego de 37 años de ser condenado a cadena perpetua por un tribunal por el asesinato de cuatro personas.
Ese terrorista italiano, miembro de la gavilla criminal Proletarios Armados por el Comunismo–aliado de las Brigadas Rojas- estuvo protegido por los gobiernos izquierdistas de Lula da Silva y Dilma Rousseff. Antes por Mitterrand de Francia, que juntamente con Gran Bretaña y otros países abrigaron un esperpento y extraña “doctrina” de que si los terroristas dejaban las armas, pueden encontrar abrigo en sus estados, huyendo así de sus condenas.
Ningún país debe permitir que los terroristas sean protegidos y huyan de la condena de otro Estado. Es una burla a la justicia y una afrenta a sus víctimas. Si un gobierno cree que puede estar libre del terrorismo, está muy equivocado y peor aún si pretende proteger a los terroristas. No se está libre de esa insania.
Los terroristas son terroristas, no importa la ideología que profesen. Terrorismo de izquierda o terrorismo de derecha, son pamplinas, simplemente es terrorismo.
Si bien hay más de una treintena de terroristas italianos que circulan libres por Europa, también hay terroristas peruanos que lograron refugiarse en el Viejo Continente, que también está sufriendo los azotes de los violentistas. Esos subversivos tienen que ser extraditados.
Las heridas causadas por los terroristas no cicatrizarán, ni en Italia, ni en el Perú, ni en ninguna parte, mientras existan terroristas libres, protegidos por países, y organizaciones de izquierda y un ejército de abogados pagados por esas malditas ONG que los salvaguardan y que tienen capturados a tribunales internacionales.
Esos “juecesillos” comprados por las mafias ordenan a los estados a pagar indemnizaciones a los terroristas, mientras que sus víctimas reclaman y no obtienen justicia. Los terroristas en Perú van saliendo libres porque les conmutaron las penas de cadena perpetua por 25 o 30 años. ¡Una imbecilidad!
Y es absurdo que, a los salvadores de la patria, los militares, aún sigan en el calvario de juicios y amenazas de prisión, como en el caso de los Comandos Chavín de Huántar. Por ello nuestro Ministerio de Defensa debe continuar, como lo está haciendo, brindando su apoyo a estos héroes.
La derrota del terrorismo en el Perú se debió a la captura de los cabecillas terroristas y evitar que los terroristas muertos sean sustituidos, por ello se intervino algunas universidades. En el caso de Italia nuevas medidas para la lucha contra la mafia, aislamiento total de los terroristas presos para evitar que adoctrinen y se radicalicen, la policía vigila estrechamente las páginas webs y redes sociales, seguimiento a personas sospechosas y control del territorio, entre otros. En ambos casos los servicios de inteligencia fueron vitales.
El gesto de extraditar al terrorista Battista del presidente Bolsonaro al gobierno de Italia, es digno de elogio y un ejemplo de cómo se debe luchar también contra el terrorismo.