El lanzamiento es visto como una táctica para irritar
En un nuevo episodio de tensión entre las dos Coreas, el ejército surcoreano informó este domingo que Corea del Norte ha lanzado 600 globos cargados con basura hacia su vecino del sur. Estos globos contienen «desechos como colillas de cigarrillos, papel, trozos de tela y plástico», y afortunadamente, no portan sustancias peligrosas, según declaró el Estado Mayor Conjunto de Corea del Sur.
La reanudación de esta inusual campaña de envío de basura se produce tras una pausa, reavivando las tensiones en la península coreana. En un comunicado, el Estado Mayor Conjunto explicó que en las primeras horas del domingo se identificaron aproximadamente 600 globos, con unos 20 a 50 globos cruzando la frontera cada hora. Estos globos han alcanzado varias provincias del norte de Corea del Sur, incluida la capital, Seúl, y la provincia vecina de Gyeonggi, áreas que en su conjunto albergan cerca de la mitad de la población total del país.
Este incidente no es aislado. Corea del Norte comenzó a enviar cientos de globos cargados con basura hace unos días, lo que llevó a las autoridades surcoreanas a advertir sobre posibles represalias. Desde el inicio de esta campaña el martes pasado, se han detectado unos 900 globos, provocando preocupación y molestia en la población surcoreana y en sus autoridades.
El Estado Mayor Conjunto subrayó que estos globos no contienen sustancias peligrosas, pero urgió al público a evitar el contacto con ellos y a reportarlos a la unidad militar o estación policial más cercana. «Urgimos al público evitar el contacto con los balones de desechos y reportarlos a la unidad militar o estación policial más cercana», señaló el comunicado, destacando la importancia de la seguridad y la precaución ante esta situación.
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El lanzamiento de globos con basura por parte de Corea del Norte es visto como una táctica para irritar y desestabilizar a Corea del Sur, además de ser una manifestación simbólica de desprecio. Este tipo de actos, aunque no causen daño físico directo, representan una forma de agresión psicológica y una provocación que exacerba las tensiones ya existentes entre los dos países.
En respuesta a estos actos, las autoridades surcoreanas han mantenido una postura firme, advirtiendo de posibles medidas en represalia. La situación es un recordatorio de las complejas y delicadas relaciones entre Corea del Norte y Corea del Sur, donde incluso actos aparentemente triviales como el envío de basura pueden tener profundas implicaciones políticas y sociales.
La comunidad internacional observa con preocupación este nuevo capítulo en las relaciones intercoreanas, esperando que no escale a una confrontación mayor. La persistencia de estas tensiones subraya la necesidad de diálogo y de soluciones pacíficas para resolver los conflictos que han dividido a la península coreana durante décadas.
Mientras tanto, los ciudadanos surcoreanos siguen con atención las indicaciones de las autoridades, tratando de mantener la calma y la seguridad ante esta inusual y desconcertante forma de provocación por parte de Corea del Norte. La situación continúa desarrollándose, y el mundo observa atentamente cómo se gestionarán estos desafíos en los próximos días.