Por: Phillip Butters / «Coronacaos»: Las cifras bobas y el toque de queda / Al cierre de esta edición ya se reportaban 145 casos de coronavirus en el Perú, 111 en Lima, y 10 en Loreto. Estas cifras ponen tranquilos o nerviosos al «populórum» en la medida que lo puedan entender.
Ciertamente, el coronavirus crece pero no sabemos en qué proporción y si es aritmético o geométrico.
Me explico: No es que desconfíe de los voceros del gobierno porque soy opositor, sino que, la data, para ser cierta, debe tener varios componentes. En el Perú no tenemos cómo poder designar y mensurar de una manera exacta.
Cuando uno escucha cifras en Italia, Francia, Norcorea, EE.UU. u otro país del primer mundo, uno entiende que tienen servicios de médicos plenos, en los privados y públicos.
Los laboratorios de análisis clínicos tienen todos los recursos para dar la muestra adecuada y tener resultados fidedignos.¡ESO NO PASA EN LE PERÚ!
Y no es porque uno sea solo un «criticon». Lo cierto es que acá la cuarentena no está siendo acatada por gran parte de la población, que son personas de los sectores más pobres y humildes, o los abuelitos que en muchos casos viven abandonados por sus familias.
Y da qué pensar si es que cada persona que se ha estado sintiendo mal con algo parecido a una gripe, acudió a un centro de salud adecuado para que le saquen muestras y estas sean descartadas con un coronavirus positivo o negativo.
Además de ello, uno se comienza a preocupar cuando el gobierno tiene a un Vizcarra nervioso, diciendo que había «Toque de queda»
Lo que yo temo es que el gobierno sabe que esos 380 soles para tres millones de personas no van a poder ser repartidos en los próximos cuatro o cinco días.
Y si se cumple, pensemos que esos tres millones de personas van a salir a comprar a la calle, que es precisamente lo que uno no quiere.
Pero además, va a estar el vecino, el tío, el primo, aquel que no tiene una cuenta de banco, por dar un ejemplo, y no está en ningún registro del Midis, del SISFOH (Sistema de Focalización de Hogares), ni en ninguna data que hable de la pobreza extrema.
Entonces, aquel que realmente es pobre, que no tiene contacto con el mundo formal, ni tarjeta de crédito ni de débito, se ha sentido desolado, y en esa desesperación puede salir a saquear.
Si se juntan en un vecindario 20 o 30 personas, lo que tratarán de hacer es saquear de noche o de madrugada. Por eso creo que el gobierno esta dando con prudencia y oportunidad este ‘Toque de queda’.
Me quedo sumamente preocupado porque sé que en el hospital Rebagliati las mascarillas no son las adecuadas, como sé que en el hospital Cayetano Heredia hay una persona que puede morir y no puede ser recibida en el hospital Almenara, porque la gente de EsSalud, comandada por Fiorella Molinellí (Presidenta Ejecutiva de EsSalud) cree que le van a transferir un muerto, y no quiere tener que informar que en su institución haya muerto una persona.
Y así deben de haber otros casos en lugares recónditos de Lima y del Perú, donde no hay abrebocas, hisopos para tomar muestras, o equipos básicos de respiración. De tal manera que la carestía en el aparato de Seguridad Social, en los hospitales del Minsa y en cada posta médica humilde del Perú, da que pensar que tenemos una información tonta, que no nos ayudan a pensar ni a tomar buenas decisiones queden una respuesta útil para todos los peruanos.
Estamos caminando a ciegas. Tristemente, una vía más, nos podemos encontrar con la muerte en cualquier momento. Reitero que Dios nos coja confesados.