Covid-19 ha revelado paupérrima situación de todos los hospitales

Economista Jorge Chávez señala que medidas de Gobierno se estrellan con la realidad. “El año 2020 marcará un hito histórico, a partir del cual la vida biológica será el eje del raciocinio y la acción política”, asegura

Economista Jorge Chávez señala que medidas de Gobierno se estrellan con la realidad. “El año 2020 marcará un hito histórico, a partir del cual la vida biológica será el eje del raciocinio y la acción política”, asegura

Por: Roberto Sánchez R. / Para el economista Jorge Chávez Álvarez, ex presidente del BCR (Banco Central de Reserva del Perú), la economía peruana viene siendo afectada por el impacto recesivo de las medidas anti coronavirus adoptadas en las principales economías del mundo, y por el impacto recesivo de las medidas de emergencia dictadas por el gobierno del presidenta Martín Vizcarra. En diálogo con LA RAZÓN dijo que este doble impacto puede generar un costo socioeconómico muy elevado, que requiere mitigarse a tiempo, con medidas monetarias, fiscales, laborales y productivas para evitar una espiral recesiva imparable y una posible crisis de liquidez en el sistema financiero.

¿Qué opina de la economía de guerra y de seguridad ante la emergencia sanitaria por el Covid-19?

Hoy las principales amenazas a la seguridad nacional ya no provienen de posibles guerras fronterizas, provienen de planes de destrucción masivos con armas atómicas, químicas, bacteriológicas o cibernéticas. El Covid-19 ha puesto en evidencia la paupérrima posición de los hospitales peruanos en el contexto latinoamericano. Nuestro seguro de salud ‘universal’ (SIS) cubre tanto a la población como a un desnudo de Picasso. Tampoco las clínicas y seguros privados se salvan, tanto así que su aporte a solucionar la emergencia sanitaria ha sido virtualmente cero.

¿Cómo percibe las medidas sanitarias y económicas dictadas al paso por el Gobierno?

El presidente Vizcarra nos ha regalado sucesivos anuncios de medidas sanitarias y económicas bien intencionadas, pero que se estrellan con una cruda realidad heredada de gobiernos anteriores, como de propios errores de focalización o de gestión. Vizcarra repite una y otra vez a nuestros conciudadanos “lávense las manos” y desde sus casas ellos le responden “no tengo agua”. También Vizcarra les dice anuestros niños y jóvenes “estudien de manera virtual” y ellos le responden “no tengo Internet y así me regalen una laptop no tengo conectividad”.

¿El plan Reactiva Perú debería llegar a las empresas que más requieren esos recursos?

Los 30 mil millones de soles de Reactiva Perú deberían llegar lo antes posible a las empresas que más necesitan esos recursos con garantía del Estado, que son las que no tienen garantías suficientes para obtener un crédito a una tasa baja. La tasa no debería superar el 2% anual. Es increíble que el Estado cuente con un tremendo portaaviones bancario, como lo es el Banco de la Nación y su amplia red de oficinas y no haya sido utilizado en los fondos de Reactiva Perú y el FAE. Hasta ahora el gobierno se está comprometiendo a gastar 12% del PBI en esta emergencia. Es un montón, pero aún es temprano para saber si será suficiente. Para financiar parcialmente ese gasto acaba de emitir bonos en el mercado internacional por US$ 3 mil millones, a una tasa de 2,37% a 5 años y de 2,78% a 10 años.

EVITAR QUIEBRE DE EMPRESAS

¿Tiene el gobierno un enfoque moral que sustente el diseño de sus medidas de ayuda fiscal de emergencia?

Dada la invasión intempestiva del Covid-19 al territorio peruano, posiblemente no haya tenido tiempo para realizar tal reflexión, pero sin la cual, cualquier política está llamada a ser un rotundo fracaso. Ahora, para tener claridad moral en el diseño de la política de ayuda fiscal de emergencia deberá trabajar el programa Reactiva Perú, que es un mecanismo que dará acceso a las empresas a S/30 mil millones de liquidez inmediata, garantizada por el Estado, para evitar que se rompa la cadena de pagos y las
empresas quiebren o despidan trabajadores.

¿Cómo salvar vidas sin matar la economía?

La economía y la salud son indispensables para el bienestar general. Hay que buscar un equilibrio entre ambas. En caso que el aislamiento social obligatorio culminase, desde ya es preciso tener una estrategia clara a fin de evitar un eventual colapso recesivo de la economía. Hacia adelante la normalización de la economía dependerá de la efectividad de la política sanitaria de supresión de la epidemia, para lograr aplanar la curva de infectados y generar una inmunización de al menos 50% de la población. En segunda instancia, dependerá de la efectividad de las medidas fiscales y monetarias adoptadas por el gobierno para paliar el impacto recesivo de la epidemia.

ROBUSTO PAQUETE DE MEDIDAS

¿El paquete de medidas fiscales y monetarias atenuará los efectos más negativos para las empresas?

El paquete de medidas fiscales y monetarias adoptadas por el gobierno ya de por sí muestra robustez que contribuirá a atenuar los efectos más negativos sobre empresas y hogares. Dicho paquete consta de un componente de S/ 60.000 millones (8% del PBI) financiado por el canal fiscal y otro componente de S/ 30,000 millones (4% del PBI) que inyectará recursos desde el canal monetario para que las entidades del sistema financiero den crédito a 3 años, con un período de gracia de 12 meses, y garantía a 100% para las pequeñas empresas y de 95% a las más grandes.

¿Cómo podría ser la instancia deseada de una era post coronavirus?

La humanidad ve al coronavirus como un enemigo al que hay que vencer cuanto antes. La humanidad acostumbrada al sálvense quien pueda y al consumismo dilapidador de recursos naturales, ahora se ve en la necesidad de quedarse en casa, encerrada en su miedo. La economía mundial lo siente como el detonante de fuerzas recesivas más potentes que las de la Gran Crisis Financiera de 2008. El año 2020 marcará un hito histórico, a partir del cual la vida biológica será el eje del raciocinio político y la acción política. El equilibrio biológico y el vínculo del ser humano con la naturaleza como valores fundamentales de una nueva visión compartida de futuro. Un futuro verde, aromático y luminoso, antes que negro y pestilente.


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