La OEA y 22 países, junto a la Unión Europea, exigen una verificación transparente e imparcial de los comicios en Venezuela, donde Nicolás Maduro fue declarado vencedor.
El gobierno de Nicolás Maduro enfrenta una creciente presión internacional para que publique de manera urgente y transparente los resultados completos de las elecciones presidenciales celebradas el pasado 28 de julio en Venezuela. La Organización de los Estados Americanos (OEA), a través de su Consejo Permanente, aprobó una resolución que insta al Consejo Nacional Electoral (CNE) venezolano a divulgar las actas de votación de cada mesa electoral, garantizando así la legitimidad del proceso.
La resolución de la OEA subraya la importancia de respetar el principio de soberanía popular, pidiendo una verificación imparcial de los resultados que asegure la credibilidad del proceso electoral. Este llamado se suma al de 22 países y la Unión Europea, incluyendo a España, quienes también demandan la publicación inmediata de todas las actas originales y una auditoría independiente.
El contexto político en Venezuela es delicado, y la comunidad internacional teme que la falta de transparencia pueda derivar en una crisis de legitimidad que afecte no solo a Venezuela, sino también a la estabilidad regional. El CNE había anunciado que Nicolás Maduro ganó las elecciones, superando al candidato opositor Edmundo González Urrutia. Sin embargo, las dudas sobre la integridad del proceso han suscitado críticas tanto dentro como fuera del país.
Los representantes diplomáticos de 22 naciones, entre ellas Argentina, Chile, Estados Unidos, y Canadá, junto con la Unión Europea, han expresado su preocupación por la demora en la publicación de los resultados detallados. La declaración conjunta leída por el canciller dominicano, Roberto Álvarez, en Santo Domingo, resalta que cualquier retraso en esta verificación, preferiblemente realizada por una entidad internacional, socava la confianza en los resultados preliminares divulgados el 2 de agosto.
En la resolución de la OEA, se hace un llamado enfático a que Venezuela priorice el respeto a los derechos humanos y las libertades fundamentales, incluyendo el derecho a la libre reunión y el ejercicio pleno de los derechos civiles y políticos sin represalias. Este pronunciamiento también enfatiza la necesidad de evitar detenciones arbitrarias y garantizar juicios imparciales.
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Es notable que durante la votación de la resolución en la OEA, los representantes de México, Bolivia, Honduras y San Vicente y las Granadinas se ausentaron, lo que refleja las divisiones políticas en torno al manejo de la situación en Venezuela. Mientras tanto, la comunidad internacional sigue vigilante, esperando que el gobierno venezolano responda a estos llamados para mantener la estabilidad democrática en la región.
