La escisión en la Federación Regional de Folklore y Cultura de Puno pone en riesgo la organización de la festividad más emblemática de la región.
La Fiesta de la Virgen de la Candelaria, declarada Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad en 2014, enfrenta una de sus mayores crisis a raíz de disputas internas en la Federación Regional de Folklore y Cultura de Puno (FRFCP). Este organismo, encargado de organizar las actividades centrales, ha sido testigo de una fractura entre los representantes de las danzas autóctonas y los conjuntos de trajes de luces, lo que amenaza la unidad de la festividad programada para febrero de 2025.
El conflicto se originó por el descontento de 30 delegados de trajes de luces, quienes decidieron formar una nueva organización independiente: la Federación de Trajes de Luces, liderada por Eduardo Gonzales. Según Gonzales, la falta de transparencia en el manejo de fondos y el predominio de las agrupaciones autóctonas en la toma de decisiones motivaron esta ruptura. Denunció que el vicepresidente de la FRFCP, José Luis Espezúa, habría recibido 70,000 soles en auspicios para la edición 2024 sin presentar informes detallados. Espezúa, por su parte, reconoció el ingreso del dinero, pero aseguró que fue destinado a actividades oficiales y prometió esclarecer los gastos en los próximos días.
Néstor Hancco, presidente de la FRFCP, acusó a los líderes de la nueva federación de priorizar intereses económicos sobre el bien común de la festividad. “Es lamentable que se usen acusaciones de corrupción como pretexto para dividirnos. Estamos trabajando por preservar nuestras tradiciones”, expresó. Asimismo, Hancco reiteró que el calendario oficial se mantendrá, con las danzas autóctonas programadas para el 1 y 2 de febrero, el concurso de trajes de luces el 9 y la tradicional parada de veneración los días 10 y 11.
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Por otro lado, Margot de La Riva, presidenta del Comité de Salvaguarda, advirtió que esta división pone en riesgo la esencia cultural de la Candelaria. “No podemos permitir una veneración fragmentada. La fiesta representa a todos los puneños y a la humanidad. Es urgente buscar la reconciliación”, señaló.
Mientras tanto, la nueva Federación de Trajes de Luces insiste en que debe gestionar las entradas y auspicios del concurso de danzas mestizas, argumentando que son los danzarines quienes sostienen económicamente la celebración. La incertidumbre sobre el futuro de la Candelaria 2025 persiste, con la sombra de una celebración dividida por intereses encontrados.