ANDIOLO ZEVALLOS
Venezuela tiene la mayor reserva probada de petróleo en el mundo, 296.501 millones de barriles de crudo, listo para ser extraído y colocado en el mercado local e internacional; pero con la gestión de Nicolás Maduro, su producción cayó, y solo produce 1.137.000 millones de barriles diarios, frente a los 3.120.000 millones de barriles que producía por día, solo hace dos décadas.
Sin duda, esta caída no es producto de una buena gestión, y no es buena señal para los intereses de Nicolás Maduro, considerando que el 96% de las divisas de Venezuela son las que sirven para pagar la importación de los principales productos de consumo masivo, incluido los alimentos.
Ante los últimos acontecimientos, China y Rusia han dicho que ponen la mano al fuego por Maduro. Se sabe que entre los años 2007 – 2018, China prestó a Venezuela más de US$ 67.000 millones de dólares, respaldado en sus ingresos por las exportaciones; pero cuando el precio del petróleo se desploma, la situación de la economía se agudizó hasta llegar al desabastecimiento de los principales productos básicos como la medicina y los alimentos. Y la deuda con China aún es de US$ 20.000 millones de dólares.
Rusia por su parte, ha dicho que hará «todo lo que sea necesario» para apoyar a Maduro como el «presidente legítimo» de Venezuela. Lo cierto es que Vladimir Putin, ha entregado importantes cantidades de apoyo para el sostenimiento del régimen dictatorial; tal como la venta de armas, envío de dos bombarderos; y un crédito ascendente a US$17.000 millones de dólares. Si Maduro es retirado del poder, muchos de esos apoyos se irían al agua y queda sin hegemonía en la región.
Tal vez por estas razones, cuando Donald Tramp impuso sanciones a la petrolera estatal venezolana PDVSA, el misil llegó directamente a Moscú y Pekín.
El panorama está claro. Al margen de la política, la verdadera pugna por el poder en Venezuela está en el control del petróleo. El dictador Nicolás Maduro, controla aún los activos del crudo venezolano, pero las sanciones impuestas por EE.UU. a la petrolera PDVSA, se están sintiendo en Caracas, China y Rusia.
La magnitud de la crisis es dramática: el 87% de las familias están bajo la línea de pobreza y el 61,2% viven en pobreza extrema.
El FMI prevé que Venezuela tendrá este año, una inflación de 10.000.000%. Cifras escalofriante, que ponen en vilo a los más de 28 millones de habitantes.
Sin contar a los cerca de 5.000.00 millones de personas deambulando en el mundo, buscando sobrevivir con sus familias.
Actualmente, más del 60% de los venezolanos se acuestan con hambre, sin saber si podrán comer mañana.