«Cristo Cholo» Escenifica el Bautizo de Jesús en el Paseo de las Aguas del Rímac y fieles se animan
En una conmovedora representación teatral, el Paseo de las Aguas, ubicado en el jirón Madera del Rímac, fue testigo una vez más del bautizo de Jesús en Semana Santa, protagonizado por Mario Valencia, conocido artísticamente como el «Cristo Cholo», junto a su grupo teatral. En este escenario, la historia sagrada cobró vida ante los ojos de turistas y vecinos rimenses que se congregaron para presenciar este emotivo evento.
La escenificación recreó el momento trascendental en el que Jesucristo fue bautizado en el río Jordán por su primo Juan, el bautista, según el relato de la iglesia católica. Bajo el inclemente sol del Jueves Santo, actores de todas las edades, ataviados con vestimenta de la época de Jesús, cautivaron a la audiencia con su interpretación de este pasaje bíblico.
Con gran solemnidad, uno de los actores sumergió la cabeza de «Cristo Cholo» en las aguas del Paseo de las Aguas, emulando el gesto del bautismo. Tras emerger del agua, Valencia ofreció un discurso reflexivo sobre el significado espiritual de la Semana Santa, invitando a la reflexión y la contemplación sobre los valores cristianos.
Mañana, en Viernes Santo, Valencia llevará a cabo el tradicional Vía Crucis en el cerro San Cristóbal, un evento que recuerda el doloroso recorrido de Jesucristo cargando la cruz hacia el monte del Calvario, antes de ser crucificado. Esta conmemoración, esperada por fieles y devotos, es una oportunidad para profundizar en la fe y meditar sobre el sacrificio redentor de Cristo.
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El Recorrido de las Siete Iglesias: Una Tradición de Devoción y Fe, este Jueves Santo, los fieles devotos de la fe católica se congregan para llevar a cabo la ancestral tradición del recorrido de las siete iglesias, una práctica arraigada en el Perú y en diversas partes del mundo. ¿Cuál es el origen y el significado detrás de esta costumbre tan venerada?
Según fuentes históricas y religiosas, esta tradición se remonta al año 1552 en Roma, cuando San Felipe Neri, fundador de la Congregación del Oratorio, inició la práctica de visitar siete iglesias importantes de la ciudad. Esta peregrinación, que incluía cánticos y sermones, tenía como objetivo recordar y acompañar simbólicamente a Jesús en su camino hacia la crucifixión.
El número siete, presente de manera recurrente en la Biblia y en la liturgia católica, adquiere un significado especial en esta tradición. Desde la creación del mundo en siete días hasta las palabras pronunciadas por Jesús desde la cruz, el número siete se erige como un símbolo de plenitud y perfección, otorgando un profundo sentido espiritual a esta práctica devocional.
Así, el recorrido de las siete iglesias se convierte en una oportunidad para profundizar en la fe, reflexionar sobre la pasión y muerte de Cristo, y renovar el compromiso con los valores del Evangelio en el camino hacia la celebración de la Resurrección.
