El alto contenido de antioxidantes que contiene en pacay puede prevenir el cáncer. Esta deliciosa fruta tiene ácido gálico, quercetina, flavonol y epicatequina, sustancias que previenen el cáncer y que además son antiinflamatorias.
El pacay
El pacay, también conocido como pacae o guaba tiene por nombre científico Inga feuilleei. Se trata de un árbol mimosáceo que pertenece a la familia de las leguminosas. Este árbol se encuentra en América del Sur y en América Central.
Se cultiva por sus vainas de color verde oscuro, en su interior, estas contienen un fruto comestible de color blanco rebosante de néctar. Esta pulpa recubre una semilla de color negro.
Era empleado por los indígenas precolombinos como parte de su dieta. En algunas ocasiones la cáscara es dura y en otras es suave. Existen dos clases, uno más pequeño y otro más grande.
El árbol crece hasta los 15 metros de altura, su tronco es bajo y ramificado casi desde la base. Las semillas son de color negro, de 3 cm de longitud.
¿Cómo se prepara el pacay?
Existen muchas formas de preparar el pacay y todo dependerá si deseas aprovechar la corteza, la semilla o la pulpa. Las semillas y la corteza se cocinas y tuestan y luego se muelen. Las semillas deben estar suaves, por lo que puedes cocinarlas por una hora.
La pulpa de pacay se puede consumir de diversas formas, en postres o en su estado natural, el más recomendable. Se puede licuar con crema de leche y azúcar ara preparar helados, gelatinas y flanes.
Para preparar las semillas necesitas una libra de semillas de pacay y 1 litro de agua. Deja a calentar el agua y cuando empiece a hervir se agregan las semillas. El agua debe cubrirlas por completo, si esto no acurre puedes añadir más agua. Agrega sal al gusto.
Otras propiedades
Las semillas son una gran fuente de micronutrientes tales como minerales, magnesio, selenio y zinc. Cuenta con antioxidantes. Se recomienda rallarla y añadirla a algunas comidas y postres.
Alivia casos de flebitis
Alivia afecciones bronquiales.
Equilibra el azúcar en la sangre.
Combate la desnutrición.
Controla la hipertensión arterial.
Incrementa la potencia sexual.