Por: Edwin Cavello Limas
Durante más de diez años los gobiernos local y nacional han permitido el funcionamiento de más de 400 hornos ilegales de las ladrilleras de 168 empresarios que vienen contaminando la región del Cusco con gases tóxicos y cancerígenos. Estas ladrilleras están ubicadas en el distrito de San Jerónimo y vienen causando enfermedades como fibrosis pulmonar, rinitis, asma, quistes paranasales, perdida de vista y cáncer pulmonar.
Lo grave de las denuncias realizadas por los pobladores, es que existe la omisión de funciones por parte de la Municipalidad Provincial del Cusco, el Gobierno Regional del Cusco, la Municipalidad Distrital de San Jerónimo, el Ministerio de Salud y el Ministerio de Ambiente, quienes han mostrado una terrible incapacidad, y han permitido hasta el día de hoy el funcionamiento y la emisión de gases altamente tóxicos y cancerígenos producido por las ladrilleras que utilizan como combustible ramas de eucalipto, llantas, aserrín, plásticos y carbón minero.
Uno de los pobladores afectados es Juan Miranda, él ha señalado en un reportaje de Lima Gris “Lamentablemente el Fiscal del medio ambiente se está haciendo de la vista gorda. Estos fiscales son José Odicio y su adjunto Dueñas. Esos fiscales al ver que somos ciudadanos sin poder económico han estado dilatando el caso. La OEFA que debe fiscalizar y sancionar, lo único que ha hecho es proteger a las ladrilleras. Nosotros nos hemos dado con la sorpresa que no solo nos enfrentamos a 168 empresarios ladrilleros ilegales, sino también, nos enfrentamos a los oídos sordos de la Fiscalía, la OEFA, la Dirección Regional de Salud, al exalcalde de San Jerónimo y también al actual alcalde Albert Arenas. No puede ser que a nosotros nos envenenen y nos maten”.
En el 2018 se realizó el informe Warthon. El informe es un estudio sobre la calidad de aire (ECA) en San Jerónimo. En los resultados obtenidos se demostró que efectivamente, la calidad de aire supera los estándares internacionales. Es decir, que el resultado obtenido sobrepasa cuatro veces según los estándares estipulados por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Las ladrilleras no tienen licencia ni esta saneado el terreno. El alcalde de San Jerónimo, Albert Arenas Yabar, en su defensa señaló que no puede cerrar las ladrilleras porque no tienen zonificación, y esta zonificación debe ser aprobada por la Municipalidad Provincial del Cusco.
Dentro de lo que se ha detectado es que la Municipalidad Provincial debió zonificar el espacio geográfico utilizado por los ladrilleros, pues se encuentran ubicados en una zona de reglamentación especial. El Gobierno Regional del Cusco no evaluó ni planificó políticas de servicio de saneamiento de las ladrilleras. La Municipalidad Distrital de San Jerónimo debió cerrar las ladrilleras, pues no cuentan con licencia de funcionamiento. La subgerencia de Normatividad y Gestión Ambiental debió fiscalizar el debido cumplimiento de la normativa ambiental. DIRESA Cusco debió brindar atención médica adecuada a los afectados que viven en el distrito de San Jerónimo. Lamentablemente nada de esto se realizó. ¿Presidente Vizcarra, hará algo?
(*) Periodista y director de la revista cultural Lima Gris.