El presidente de Ecuador, Daniel Noboa, expresó este martes su preocupación por supuestas «irregularidades» detectadas en el escrutinio de la primera vuelta presidencial.
Según el mandatario, los resultados oficiales no coinciden con las proyecciones de su equipo, que lo colocaban como ganador con un margen más amplio.
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Declaraciones de Noboa
En una entrevista con Radio Centro de Guayaquil, Noboa, de 37 años, señaló: «Ha habido muchísimas irregularidades (…) Revisamos ciertas provincias donde los resultados no cuadraban, ni siquiera con el conteo rápido de la OEA, que nos daba una cifra mayor. El trabajo todavía no está terminado».
El presidente explicó que estas inconsistencias fueron la razón por la cual decidió no celebrar ni emitir declaraciones al cierre de la jornada electoral del domingo, en la que los primeros resultados arrojaron un empate técnico con la candidata izquierdista Luisa González, respaldada por el expresidente Rafael Correa.
Resultados preliminares y contexto electoral
Con el 96% de los votos escrutados, Noboa lidera con el 44,15% frente al 43,95% de González. Sin embargo, para evitar una segunda vuelta, un candidato debe obtener más del 50% de los votos o al menos el 40% con una diferencia de 10 puntos sobre su rival.
El ajustado resultado ha generado incertidumbre en un país marcado por la violencia vinculada al narcotráfico y profundas divisiones políticas.
«Es una gran victoria, hemos vencido (…) estamos casi en un empate técnico», afirmó González ante sus seguidores en Quito.
Camino hacia la segunda vuelta
La segunda vuelta, programada para el 13 de abril, repetirá el enfrentamiento entre Noboa y González, un escenario que recuerda las elecciones atípicas de 2023, donde Noboa asumió como uno de los presidentes más jóvenes del mundo.
El mandatario, tras guardar silencio el domingo, emitió un comunicado el lunes en el que afirmó:
«Ganamos la primera vuelta contra todos los partidos del Viejo Ecuador«.
Ecuador: un país en crisis
La nación sudamericana enfrenta múltiples desafíos. La deuda del Estado, un índice de pobreza del 28% y una guerra contra el narcotráfico han deteriorado la calidad de vida. Aunque el gobierno de Noboa ha logrado reducir la tasa de homicidios de 47 a 38 por cada 100,000 habitantes en 14 meses, la población sigue exigiendo respuestas más efectivas.
