Cuando apenas fue registrado y se desprendió en 2017, despertó la curiosidad de la comunidad científica, quienes se apresuraron a seguir al iceberg y pronosticar sus posibles rutas.
Uno de los hallazgos más impresionantes dejó de existir. Los satélites encargados de rastrearlo por más de 3 años dejaron de hacerlo, ya que quedó atrapado en Georgia del Sur. Lugar donde muchos Iceberg tienden a morir desfragmentados. El A68 (como se bautizó a este gigante) era casi de 6000 kilómetros cuadrados de hielo y fue de los más grandes registrados por satélites, hasta este fin de semana.
Cuando apenas fue registrado y se desprendió en 2017, despertó la curiosidad de la comunidad científica, quienes se apresuraron a seguirlo y pronosticar sus posibles rutas. Al comienzo, sus movimientos eran casi imperceptibles, pero poco a poco las fuertes olas y corrientes de aire desestabilizaron el A68 y empezaron a arrastrarlo mar adentro en dirección norte.
Al quedar atrapado en Georgia del Sur, territorio Británico de Ultramar, empezó a quebrarse a la vista de los satélites hasta terminar en fragmentos cada vez más pequeños y por ende, carecer de importancia para continuar estudiándolo.
“Si piensas en la relación de grosor, es como cuatro hojas de papel A4 apiladas una encima de la otra. Así que era increíblemente flexible y frágil mientras se movía alrededor del océano. Duró años así. Pero finalmente se rompió en cuatro o cinco pedazos y luego esos también se rompieron”, dijo Adrian Luckman, investigador y docente de la Universidad de Swansea en Gales, a un medio de comunicación.