La Embajada del Reino de Marruecos en Lima informa a la opinión pública que, desde el 21 de octubre de 2020, las milicias del polisario están llevando a cabo actos de bandidaje, bloqueando la circulación de bienes y personas en la zona fronteriza del El Guergarat que une el sur del Reino de Marruecos con la República Islámica de Mauritania y acosando continuamente a los observadores militares y a los Cascos Azules de la MINURSO.
Dichos comportamientos que están perfectamente documentados, constituyen una violación a las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU, a los Acuerdos Militares y Alto el Fuego y un desafío a los múltiples llamados del Secretario General de la ONU, Antonio Guterres, para preservar la libertad de la circulación civil y comercial en esta zona fronteriza con Mauritania.
Ante esta situación, el Reino de Marruecos y después de ejercer la máxima contención frente a dichas provocaciones, ha decidido actuar de manera pacífica en el perfecto respeto de sus atribuciones, en virtud de sus deberes y en conformidad con la legalidad internacional, para poner fin a la situación de bloqueo generada por un grupo de alrededor de 100 personas formadas y supervisadas por elementos militares armados y dotados de vehículos equipados con puertas de ametralladoras y medios antiaéreos.
Dichas milicias, que utilizan a mujeres y niños como escudos humanos, establecieron en la zona tampón unas 22 carpas en las cuáles escondieron armamentos destinados a alterar el estatuto de la zona, violando, una vez más, los acuerdos militares y amenazando la sostenibilidad del alto el fuego. Estos hechos, confirman que las verdaderas intenciones del bloqueo del polisario en la zona fronteriza del Guergarat es desestabilizar la paz y la seguridad de la región, poniendo en riesgo el proceso político en curso y desafiando las Resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU y las intervenciones de varios miembros de la Comunidad Internacional.
En este sentido, las Fuerzas Armadas Reales procedieron al establecimiento de un cordón de seguridad para asegurar el flujo de bienes y personas a través del eje que une el Reino de Marruecos con la República Islámica de Mauritania, siendo una operación no ofensiva, sin ninguna intención bélica, y llevada a cabo según claras reglas de compromiso, que estipulan que debe evitarse todo contacto con personas civiles y que el uso de las armas debe ser únicamente en caso de legítima defensa.