EDUARDO FARAH H.
Ya nadie sabe cuál es la inmensidad del daño que le ha hecho ODEBRECHT al país, todos los habitantes del Perú estamos asombrados del escándalo mayúsculo de corrupción que ha vivido en los últimos tiempos nuestro país. Nadie duda que esto no es solamente en los últimos años, sino que antes también hubo corrupción, pero no en la magnitud de miles de millones de dólares.
Según los entendidos, el faltante de los últimos años es de aproximadamente 15mil millones de soles ¿Qué es lo que sucede? Es muy simple, esta cantidad sobrante de dinero no lo había en años anteriores porque sí, estamos convencidos que la corrupción se creó en el Perú desde que San Martin nos dio la libertad. Pero no en las magnitudes de los últimos años.
A nadie se le escapa a la vista, las grandes casas que son construidas en barrios que no necesariamente son de clase media, edificios de 3 y 4 pisos, hostales por todos lados, y cuando uno voltea y pregunta por declaraciones juradas de pago de impuestos, nos encontramos que no existen.
Muchos nos acordamos que vimos en televisión abierta a aquellos que iban a cobrar una comisión por un permiso que debía dar la Municipalidad de Lima, antes que sucediera el incendio en la Av. Argentina, donde murieron dos infortunados jóvenes y como la autoridad discutía para que le den un pago a cambio del permiso. ¿Se ha vuelto a saber algo de esto? Que yo sepa no.
La ventas de gas a las unidades del Metropolitano a precios que deberían ser mucho más bajos por el volumen que vende, recién nos enteramos de este problema, gracias al nuevo alcalde, que esperemos ponga en orden a nuestra ciudad y ayude a mejorar la construcción de pistas y veredas, y además colabore con la Policía para poder dar más seguridad a la ciudadanía.
Realmente, cuando vemos las peleas entre políticos y los cambios de bancadas como si fueran cosas naturales, no se dan cuenta que lo que el país necesita es tranquilidad para que todos podamos seguir trabajando y generando más riqueza para la ciudadanía. Ojalá entiendan que el país necesita paz y tranquilidad, yo no quiero volver a vivir el terrorismo de antes, el tiempo del señor Velasco que destruyó el campo y quiero que mis nietos, como los de todos, tengan un futuro promisorio.