Por: Alejandro Beunza Maisch / El 23 de Agosto se habrán cumplido 160 días de una total irresponsabilidad de nuestras autoridades del gobierno, que sumada a la desobediencia de los peruanos -individuo peruano promedio-, nos han llevado a una situación de desesperanza y desesperación generalizada en nuestro País, debido a una situación de contagio descontrolado y una situación económica de desastre con millones de desempleados, lo que sumado a la poca vergüenza de una prensa mayoritaria e hipotecada al régimen de facto del presidente Vizcarra no permite vislumbrar un cambio significativo en el manejo de la Pandemia.
Las estadísticas, no dicen todo lo mal que estamos, con más de 7,000 contagiados promedio diario y deben ser muchos más, porque las pruebas en su mayoría son las rápidas/serológicas, que no siempre detectan al infectado. La cifra cierta de fallecidos aun no la sabemos, se han reportado hasta ahora más de 25,000 fallecidos, pero se estima que podrían ser del orden de los 60,000, hasta mediados de Agosto.
Desde inicios de Mayo, él suscrito ha escrito seis artículos en el Diario La Razón, sobre este mismo tema, sugiriendo cambios en el tratamiento del control del virus; sin embargo no se tuvo ningún cambio significativo tangible hasta la fecha.
1.- Decíamos que eliminen las pruebas serológicas/rápidas.
2.- Decíamos que se deben confinar y controlar a los positivos asintomáticos, a través de algún medio digital (pulsera con GPS). Hasta ahora dicen que los están vigilando en su casa. Nunca lo hicieron.
3.- Decíamos que se debían trasladar de manera organizada a nuestros compatriotas, desde o hacia sus provincias, que querían regresar.
4.- Decíamos que el transporte era el medio de mayor riesgo a partir de Julio que se reactivaría las actividades económicas. Demoraron una eternidad en aprobar el mayor precio del pasaje y por último muchos transportistas burlan los asientos prohibidos y hasta llevaban a pasajeros parados, porque no se organizó un sistema de control a través de la Policía y el apoyo de los miembros de la Fuerzas Armadas.
5.- Decíamos que los horarios de ingreso a las empresas e instituciones en general debía ser en horarios diferenciados para evitar aglomeraciones en los paraderos y medios de transporte. Poco o nada ha realizado el gobierno en esta posibilidad.
6.- Decíamos que debe continuar la desconcentración de mercados y algo se ha hecho, pero tendría coordinarse con los municipios.
7.- Decíamos que deberían activarse comedores populares, municipales u ollas comunes en todas las poblaciones de escasos recursos.
8.- Decíamos que detener a los infractores del horario de cuarentena y Toque de queda, y llevarlos a la comisaría, era un error porque propiciaba los contagios. Los operativos deben realizarse con un fiscal y registrarse los nombres y el picado del DNI de los infractores, como una muestra de la infracción, establecerse que cuando se acerquen para atención medica no sean atendidos si tienen su DNI picado.
9.- Decíamos que la capacidad instalada de salud en todo el Perú sería insuficiente, que debían habilitarse medios, personal e infraestructura.
10.- Decíamos que no había los medios de protección adecuada para los médicos, enfermeros y auxiliares, en general todo el personal de atención a la salud, para protegerlos debidamente del contagio.
Creo que la única salida es que el presidente deje en manos del Ministerio de Salud la dirección y estrategia de control de la Pandemia y el Congreso dotarla de amplios poderes para tomar las decisiones necesarias, y así poder conjurar el desastre de estos primeros 160 días, esperando que los 320 o algo más días que le quedan al gobierno, sepan tomar las mejores decisiones. Todos juntos : Gobierno, Empresa Privada, Iglesia, Municipalidades, si podemos aun, conjurar la situación y evitar mayor número de decesos en el país.
Basta señor presidente, no siga hablando todos los días; usted no es el Primer Ministro, deje que el señor Walter Martos y su Gabinete manejen el tema y expongan en los medios de comunicación lo que consideren conveniente.
(*) La Dirección no se hace responsable por los artículos firmados.
