Recuerda que, históricamente, todo lo que pasó en Arequipa siempre tuvo consecuencias políticas en el Perú.
Por: Roberto Sánchez R. / En diálogo con LA RAZÓN, Daniel Abugattás lamentó la indiferencia de Martín Vizcarra y Pedro Cateriano con Arequipa, lo que podría encender una mecha que no la para nadie.
-La situación en Arequipa está de mal en peor respecto al Covid-19. ¿Cómo ve usted que está actuando el Gobierno ante esto?
Vemos un colapso total de un sistema de salud que no funciona. Estamos viendo, con mucho dolor, como la gente está sufriendo las consecuencias, y lo más lamentablemente es la indiferencia del premier Pedro Cateriano, que prefiere hablar con los cuasi políticos del Congreso, cuando lo menos importante ahora es el Congreso y los diálogos políticos, porque los fallecimientos en los hospitales y los contagios es la prioridad elemental, así como el tema de los tres millones de despedidos y desempleados.
-¿Qué se podría hacer frente al colapso de la capacidad hospitalaria y la falta de personal médico en emergencia?
Sí, ha colapsado el sistema de salud del Minsa y ha colapsado EsSalud. ¿Qué nos queda?, recurrir a las Fuerzas Armadas. Recurrir al SERUMS, que es el Servicio Rural y Urbano Marginal de Salud, o contratar de modo extraordinario a los estudiantes de medicina del último año para que trabajen en Arequipa y en otras regiones. La situación amerita tomar decisiones urgentes.
-¿Cree que hizo mal el presidente Martín Vizcarra al no detener su vehículo y escuchar a la mujer arequipeña que corrió tras él para pedirle ayuda para su esposo?
Creo entender lo que pasa el presidente Vizcarra, porque él subió como la espuma, su intención fue buena, pero todo lo que propuso y aplicó le reventó en la cara. El (ex)ministro de Salud, (Víctor) Zamora, que me disculpe, pero no acertó una.
-¿Cree que podría costarle al Gobierno subestimar los reclamos de los arequipeños?
No te olvides que históricamente lo que sucede en Arequipa ha tenido consecuencias políticas en el país, casi por antonomasia. Preguntémosle al expresidente Odría lo que pasó con Bustamante y Ribero. Yo temo que la desesperación de la gente llegue a un desborde social de niveles insostenibles, donde se van a mezclar todo tipo de reclamos regionalistas; y basta que alguien prenda la mecha y esto no lo para nadie. Acuérdate lo que pasó durante la huelga de policías durante el velascato. Faltan decisiones, ¡pero ya!
-¿Qué tendría que hacer el Gobierno en estos momentos?
En política los gestos valen más que las acciones. La gente es comprensiva, pero si tú eres indiferente al problema de la gente, sólo creas indignación y resentimiento. Y eso es lo que están haciendo el presidente Martín Vizcarra y el premier Pedro Cateriano por mirar primero lo político. El Gobierno no debería subestimar a un pueblo como Arequipa.
-En marzo se decretó el estado de emergencia, pero la cuarentena perjudicó la economía… ¿Cree que se hizo bien?
El presidente Vizcarra se dio cuenta del desgaste sufrido por su imagen y el Gobierno, desde que inició la cuarentena el 15 de marzo, donde en una semana se convirtió en el líder de todo el país, que esperaba la hora en que salga él a hablar, pero no tuvo apoyo. Hay una ola de fallecimientos en los hospitales y tres millones de despedidos, que es un tema neurálgico que hay que atender, sin posturas políticas, sino humanitarias.
-¿Qué piensa cuando se dice que el Gobierno está llamando a exministros del nacionalismo que usted integró?
El nacionalismo ya no existe. Fue un movimiento que empezó a formarse en el 2006, pero fue liquidado el 28 de julio de 2011. No creo que exista necesidad de acuerdos políticos en estas circunstancias de crisis sanitaria, sólo es un afán de distraer a la gente.
-¿Cree positivo el cambio de Víctor Zamora por Pillar Mazzetti en Salud?
Pilar Mazzetti ha mantenido un oficio médico de muchos años, que habla muy bien de su capacidad profesional. Me parece que para asumir el sector Salud, que está en ruinas, hay que tener pantalones y agallas, virtudes que ha tenido la doctora Pilar Mazzetti para haber asumido un reto así.