Una larga disputa entre los países mas poblados del mundo esta siendo el foco de atención, debido al tunel Sela en Arunachal Pradesh
Un túnel construido en las montañas del noreste de la India ha surgido como el nuevo punto de conflicto en una prolongada disputa limítrofe entre Nueva Delhi y Beijing.
El túnel Sela, inaugurado por el primer ministro de la India, Narendra Modi, a principios de este mes, ha sido elogiado en el país como un logro notable de ingeniería, al cruzar el Himalaya a una altura de aproximadamente 3,900 metros. Se considera una ventaja para el ejército, ya que proporciona acceso más rápido y en todas las condiciones climáticas a la frontera altamente tensa con China.
Esto ha despertado el interés de Beijing, cuya prolongada disputa con Nueva Delhi respecto a su frontera disputada de 3,379 kilómetros ha resultado en enfrentamientos entre las dos potencias nucleares en los últimos años.
Esto abarca el año 2020, cuando los enfrentamientos cuerpo a cuerpo entre ambas partes ocasionaron la muerte de al menos 20 soldados indios y cuatro chinos en la región de Aksai Chin-Ladakh, ubicada en los tramos occidentales de la frontera.
Durante décadas, esta disputa ha llevado a conflictos armados. China también reclama como parte de su territorio el estado indio de Arunachal Pradesh, donde se construyó el túnel, aunque esta región ha estado bajo control indio durante mucho tiempo. En los últimos días, funcionarios chinos han cuestionado el proyecto del túnel y la visita de Modi al estado, acusando a Nueva Delhi de emprender acciones para desestabilizar la paz en la frontera.
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La semana pasada, un vocero del Ministerio de Defensa expresó: «Instamos a la India a detener cualquier acción que pueda complicar la cuestión de los límites… El Ejército chino está muy alerta y defenderá firmemente la soberanía nacional y la integridad territorial», utilizando el término chino «Zangnan» o Sur del Tíbet para mencionar Arunachal Pradesh.
El martes, India respondió criticando las «afirmaciones sin fundamento» de Beijing y reafirmando que el área «es y seguirá siendo una parte integral e inseparable de India».
El Departamento de Estado de Estados Unidos también intervino durante una conferencia de prensa el miércoles, respaldando la soberanía de la India sobre Arunachal Pradesh y expresando una firme oposición a «cualquier intento unilateral de promover reclamos territoriales mediante incursiones o usurpaciones» a lo largo de la línea de control real (LAC), o frontera de facto.
En respuesta a esto, Beijing acusó a Washington de «no escatimar esfuerzos para provocar y aprovechar los conflictos de otros países para servir a sus intereses geopolíticos egoístas».
La controversia, que resalta las intensas tensiones que caracterizan la relación entre los dos países más grandes de Asia, surge en un momento en que la India se acerca a las elecciones nacionales, donde se anticipa un fuerte respaldo a la plataforma nacionalista hindú de Modi.
Los ejércitos indio y chino también han continuado con sus diálogos fronterizos, siendo el más reciente el mes pasado, durante el cual reafirmaron su compromiso de «preservar la paz y la estabilidad».
