El equipo de Donald Trump busca también desviar la atención mediática de la Convención Nacional Demócrata en Chicago
El Servicio Secreto estadounidense ha intensificado las medidas de seguridad para el expresidente Donald Trump, tras un intento de asesinato en julio. En su reciente mitin en Asheboro, Carolina del Norte, el exmandatario apareció protegido por un blindaje de vidrio, una medida inusual que se reserva generalmente para presidentes y vicepresidentes en eventos al aire libre.
Trump, quien se encuentra en campaña por la presidencia, utilizó el evento para destacar su enfoque en la seguridad nacional. Afirmó que bajo su liderazgo, Estados Unidos habría evitado conflictos como la guerra en Ucrania. “Mi actitud mantenía al país fuera de guerras. Puedo detener conflictos con solo una llamada telefónica”, aseguró.
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El refuerzo en la seguridad sigue al ataque del 13 de julio en Butler, Pensilvania, donde Trump sufrió una herida en la oreja por un disparo realizado por un agresor desde un tejado. El ataque resultó en la muerte de una persona y heridas a otras dos antes de que el agresor fuera abatido por la policía. Este incidente fue considerado un “grave fallo operativo” del Servicio Secreto, lo que llevó a la dimisión de su directora, Kimberly Cheatle.
Trump, acompañado por su candidato a vicepresidente, el senador JD Vance, iniciará una intensa semana de campaña que incluirá visitas a Pensilvania, Míchigan, Carolina del Norte y Arizona, estados clave para las elecciones presidenciales de noviembre. La campaña de Trump se centra en temas como inmigración, seguridad y economía.